Don Felipe, durante su intervención en el Monasterio de Yuste
Casa Real Las tres advertencias del Rey
Lejos de su sutileza habitual, Don Felipe ha ido subiendo el tono en sus tres últimas intervenciones para alertar sobre los riesgos que nos acechan si no reaccionamos ante la erosión del orden mundial
El Rey ha hecho tres advertencias muy excepcionales en los últimos diez días sobre los graves riesgos que nos acechan como españoles y como europeos ante el nuevo orden mundial. Lejos de la sutiliza habitual de la Corona, Don Felipe ha hablado en las tres ocasiones con toda claridad, ha ido subiendo el tono y ha llamado a reaccionar para proteger algo tan relevante como la paz, la economía, la democracia, las libertades y el estado de Derecho.
Las advertencias del Jefe del Estado no han tenido el impacto mediático que habrían tenido en otras circunstancias porque esta semana el foco de la atención se ha dirigido a los mensajes privados que se cruzaron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su entonces ministro José Luis Ábalos, publicados por el diario El Mundo. Pero en muy pocas ocasiones el Rey ha alertado de riesgos tan graves como los que está apuntando en estos momentos.
La primera, desde Yuste
La primera de las advertencias la hizo Don Felipe en el Monasterio de Yuste, tras entregar el Premio Europeo Carlos V a Josep Borrell. El Rey advirtió de que «los derechos y libertades se encuentran amenazados» en Europa, dijo que «no debemos dar por sentada» la estabilidad democrática y llamó a defender el derecho frente a quienes quieren imponer la fuerza. Definió a Europa como «un faro de integridad en un mundo cada vez más sombrío».
Cuatro días después, el Rey lanzó la segunda de las advertencias y volvió a insistir en los riesgos que afrontamos. Lo hizo desde la Universidad de Coímbra, donde fue investido doctor honoris causa en Derecho. Don Felipe habló sobre las amenazas que se ciernen sobre la libertad, la democracia, el imperio de la ley y Europa. «Lo que está en juego no es lo que tenemos, sino lo que somos: ¡Eso nos jugamos!», alertó. Y llamó a «no perder la brújula del espíritu democrático» en «estos momentos confusos».
Al día siguiente, el pasado miércoles, Don Felipe hizo la tercera de las advertencias en un tono más alto que la víspera cuando intervino en el Foro Cotec, que se celebró también en la ciudad portuguesa de Coímbra. Desde allí hizo un llamamiento a "proteger todo lo que hemos logrado juntos en las últimas décadas: una paz duradera, una economía abierta y diversificada, un espacio de democracia y libertades y una alianza sólida para hacer frente a los grandes desafíos económicos, sociales y medioambientales…» «Todo ello está en riesgo si no reaccionamos a tiempo, con sabiduría, vigor y audacia», insistió el Jefe del Estado.
Don Felipe explicó que aunque «resulta difícil asimilar la magnitud y rapidez de los cambios que atraviesa el mundo», es urgente asumir «la responsabilidad colectiva de ofrecer una respuesta firme, coordinada y basada en nuestros valores compartidos».
Una de las funciones del Rey es marcar el camino, advertir de los riesgos y proponer soluciones -tanto en público como en privado-, pero corresponde a los gobiernos tomar nota y adoptar las medidas necesarias para afrontar esos peligros.