El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo
El PP abre el debate sobre la sucesión de Mazón con el presidente de la Diputación de Valencia como elegido
El Partido Popular ha abierto en canal el debate sobre el futuro político de Carlos Mazón arrastrado por la corriente del relato impuesto por un PSOE que en un año no ha asumido ninguna responsabilidad por la dana que provocó 237 muertos, la mayoría, un total de 229, en la provincia de Valencia. Según ha podido saber El Debate, la opción que coge fuerza es que sea Vicent Mompó, líder del PP de Valencia y presidente de la Diputación de Valencia, el que tome el relevo popular.
La decisión trasladada a Génova se ha tomado por consenso y ha sido acordada por los presidentes provinciales del PP, el propio Mompó, el alicantino Toni Pérez, y la castellonense Marta Barrachina, junto al propio Mazón y el secretario general de la formación en la Comunidad Valenciana, Juanfran Pérez Llorca, en un movimiento que deja al margen a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, que era la opción preferida por la dirección nacional pese a que la propia interesada se había descartado públicamente como alternativa.
La formación liderada por Alberto Núñez Feijóo afronta este noviembre un mes crucial para resolver la situación del presidente de la Generalitat Valenciana ante el devenir de la instrucción judicial sobre la gestión de la emergencia por la riada y ante la ofensiva parlamentaria de la izquierda, que también mantiene la presión en las calles contra Mazón.
El convulso mes de noviembre para el PP comienza este lunes con la declaración como testigo de Maribel Vilaplana, la periodista que comió con el presidente de la Generalitat el 29 de octubre de 2024, y con los testimonios de la exconsellera Salomé Pradas, investigada en la causa, en los que sostiene que aquella tarde informó a Mazón de los planes para remitir una alerta masiva a la población.
El presidente de la Generalitat sostiene que en ningún momento se le consultó si debía de enviarse el Es Alert. Un punto clave que pretende dilucidar la jueza Nuria Ruiz Tobarra en el interrogatorio a Vilaplana.
La periodista ha vuelto al primer plano tras la revelación de nuevos detalles sobre la cronología del almuerzo que compartió con Mazón. Una nueva versión que, junto a los insultos recibidos por Mazón en el homenaje a las víctimas del pasado jueves, con Feijóo como testigo, han disparado la preocupación en la planta noble del edificio del número 13 de la madrileña calle Génova.
En paralelo a la instrucción judicial, Mazón, que ha sido invitado a declarar hasta tres veces por la magistrada, afronta en noviembre un maratón de comparecencias parlamentarias en las comisiones de investigación de las Cortes Valencianas, el Senado y el Congreso. Ésta última, fijada para el día 17, preocupa especialmente al PP, toda vez que está dirigida por los grupos de izquierdas.
Al respecto, mientras Mazón sigue firme en su convicción de agotar su mandato y ultima una remodelación de su Gobierno para llegar hasta las elecciones de 2027, en el PP nacional ha cundido el pánico y se comienza a asumir el relato de la izquierda, que pasa básicamente por señalar al presidente valenciano como único culpable de la dana y eximir a los dirigentes del PSOE, desde Emiliano García-Page con siete muertos en Castilla-La Mancha, hasta el propio Pedro Sánchez.
Tras la dana, tanto la consellera de Economía, Nuria Montes, como la titular de Emergencias, Salomé Pradas, y su número dos, Emilio Argüeso, abandonaron el Ejecutivo de Mazón.
Por contra, en el flanco socialista, la entonces vicepresidenta y ministra con competencias en materia de cuencas hidrográficas, Teresa Ribera, fue promocionada como número dos de la Comisión Europea mientras la obra del desvío del barranco del Poyo, que concentró el noventa por ciento de las muertes por la dana de Valencia, sigue cogiendo polvo en un cajón. El proyecto que habría salvado vidas, según los expertos, era incompatible con la Ley de la Huerta aprobada en 2018 por el Gobierno del socialista Ximo Puig y Compromís.
La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, fue premiada también por Sánchez con un cargo en la Ejecutiva del PSOE y con su designación como candidata a la Alcaldía de Valencia.
Sánchez tampoco ha movido un dedo en la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) pese a que sus vaticinios de hace un año saltaron por los aires. Nadie alertó de que en pueblos de Valencia iban a descargar cerca de ochocientos litros de lluvia por metro cuadrado en solo doce horas.
Algunos dirigentes del PP, como la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, mantienen el pulso frente al relato de la izquierda. Sin embargo, en Génova ya se plantea la posibilidad de buscar una salida a Mazón, que supondría de facto otorgar validez a la trampa urdida por La Moncloa, escenificada con las cámaras de TVE como testigos únicos, en la ceremonia de homenaje a las víctimas que derivó en una suerte de encerrona a Mazón. Porque el funeral por los muertos ya se había celebrado el 9 de diciembre de 2024 en la Catedral de Valencia. Sánchez, que no tenía el control de los acontecimientos, no acudió.
Con estos precedentes, la portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz, abrió por primera vez la puerta a una dimisión de Mazón en una entrevista en La Sexta, uno de los medios de comunicación más beligerantes con Mazón al tiempo que condescendientes con Sánchez. Relato asumido.
Sin embargo, la posible salida del presidente de la Generalitat y del PP de la Comunidad Valenciana no resulta a día de hoy fácil. Primero, porque Mazón sostiene que no tomó las decisiones sobre la emergencia al no formar parte del órgano encargado por Ley de gestionarla. En segundo lugar, porque el presidente valenciano quiere preservar su aforamiento. Tercero, porque unas elecciones anticipadas supondrían una moneda al aire y un balón de oxígeno para Vox, disparado en las encuestas hasta el punto de absorber todo el voto que pierde el PP y poder reeditar un Gobierno de centro derecha en la Generalitat Valenciana.
En el improbable caso de que Mazón aceptara dar un paso al lado, mantener su escaño en las Cortes Valencianas y proponer a otro diputado como candidato, el PP, necesitado de los apoyos de Vox para investir a un nuevo presidente de la Generalitat, se vería abocado a una negociación a cara de perro entre Feijóo y Santiago Abascal, quien en última instancia tendría la palabra sobre el nuevo presidente de la Generalitat.
Para ello, el PP debería elegir antes a su candidata, en femenino, porque todos los focos apuntan a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, y como plan B, al secretario general del PP de la Comunidad Valenciana, Juanfran Pérez Llorca. Sin embargo, ha emergido la opción del presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, aunque en este caso tendría que ser como candidato en unas hipotéticas elecciones, ya que al día de hoy no podría optar a ser presidenciable por no ser diputado en las Cortes Valencianas.
En los mentideros políticos valencianos se especula también con la posibilidad de que Mazón fuera designado senador territorial por las Cortes Valencianas. Una opción recurrente para los expresidentes que han perdido las elecciones autonómicas, que garantiza el aforamiento.
Otra opción que coge fuerza entre las diversas fuentes consultadas por El Debate pasaría porque Mazón agote la legislatura conforme tiene previsto hasta ahora y se designe como candidato en las elecciones autonómicas de 2027 al presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó.