La naturaleza ha hecho su trabajo
El pasado lunes la izquierda cordobesa se levantó sedienta y se fue a pedir agua, unos al Sierra Boyera y otros desde la sede de Ambrosio de Morales, donde reside la soberanía plurinacional de los Comunismos Reunidos Geyper. La sed de la izquierda es de agua y de justicia retroactiva, como hemos visto en el Valle de los Caídos, donde Pedro Sánchez va a ganar la guerra que perdieron rodeado de huesitos nacionales mientras Begoña sigue a lo suyo, que es lo de todos pero que acaba en solo unos pocos koldistas.
En Sierra Boyera, que tiene un nombre que a veces produce risita (no lo vamos a negar), estuvo Rafi Crespín, secretaria general de los socialistas cordobeses sedientos, rodeada de diputados y diputadas y diputades, alcaldes y otros secretarios generales y portavoces de la empresa. Si algo tiene el PSOE es su capacidad para colocar gente que subsidiariamente pagamos todes. Pues bien, situada esa plana mayor para la foto, la señora Crespín habló y dijo solemnemente: «La naturaleza ha hecho su trabajo, que Fuentes haga ahora el suyo».
Salvador Fuentes, a la sazón presidente de la Diputación Provincial, estaba más o menos a esa hora evaluando con el comité de sequía cómo la naturaleza ha sido de generosa con las lluvias y, en efecto, haciendo su trabajo. Si algo no se le puede achacar al señor Fuentes es que no haga su labor e incluso aquella de más allá. Por eso va en Vespa, para llegar antes. De hecho debería cambiarla por un quad que le permita viajar de pantano a pantano, que son unas infraestructuras a las que de momento no les afecta la ley de memoria democrática aunque todo se andará. No hay nada más facha que un pantano, como todos sabemos. Fuentes, haciendo honor a su apellido, dio datos con hectolitros y señales de cómo está la situación hidráulica y llamó a la prudencia. Y dijo que «habrá agua del grifo en breve» para aquellos vecinos que no solo han padecido la sequía sino la tranquilidad, pachorra o desidia sostenible de los compañeros de Rafi Crespín en años anteriores y en lo que a infraestructuras hidráulicas se refiere. Sí, la misma secretaria general que ahora mete prisa.
De todas maneras esta no es una cuestión de siglas sino de voluntades. Ocurre que tenemos tan puesta la camiseta que no vemos más allá de las próximas elecciones y aquí se está jugando un partido con cosas con las que no se debería de jugar. La naturaleza ha hecho su trabajo (las rogativas también) y las administraciones implicadas están ahora en ello: sí, cuando la sequía ha enseñado los dientes y mostrado en qué ha consistido la política de los titulares y la farfolla, de los silencios cómplices y las miradas a otra parte cuando no había plataformas. Julio de 2022, sin ir más lejos.
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