Aurelio Morales e Isabel Díaz Ayuso
Aurelio Morales, el cocinero que ha conquistado a Ayuso con su restaurante en un palacete de Madrid
El chef alcalaíno firma la propuesta gastronómica de Abya, emplazado en el palacio de Saldaña y con una inversión de 50 millones
La vida de Aurelio Morales está grabada con tinta en su epidermis. Más de 30 tatuajes le recuerdan cada día quién es y cuáles son sus prioridades. Una frase de El Principito, el nombre de su sobrino, la palabra papá, un chipirón o una estrella, que se tatuó antes de lograr la Michelin en el restaurante Cebo, como una suerte de profecía. A ella renunció para embarcarse en un nuevo proyecto, el restaurante Abya, ubicado en el emblemático Palacio de Saldaña del barrio de Salamanca. Se cumple un año de su apertura y han recibido el mejor regalo, después que la guía Repsol les reconociese con su primer Sol.
La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, le envió una carta para felicitarle, aplaudiendo su trabajo y subrayando la importancia del local, en el que se fusiona la mejor arquitectura y el arte con el buen hacer en los fogones. Detrás de este proyecto gastronómico se encuentra el empresario mexicano Manuel González, quien hizo una inversión de 50 millones.
«Tengo especial cariño por nuestra presidenta. El día que inauguramos, ella estuvo comiendo allí y nos hizo mucha ilusión. Luego ha regresado a Abya en cuatro o cinco ocasiones más. Ella ha apoyado en los momentos más difíciles, como en la pandemia, a los hosteleros. Y es una gran ilusión recibir esta felicitación», asegura Aurelio Morales a El Debate.
Carta de Isabel Díaz Ayuso a Aurelio Morales
Aurelio Morales (Alcalá de Henares, 1982) se forjó en los fogones del Bulli, Tickets, Comerç 24 o AbAC, hasta que en 2016 desembarcó en la madrileña Carrera de San Jerónimo, en Cebo, en el hotel Urban. En noviembre de 2017 conquistó su primera estrella Michelin y de ella se despidió para ponerse al frente de Abya.
Aquí presenta una extensa carta de platos para satisfacer a cualquier paladar, sin importar su edad o su origen. Entre los más exóticos figuran los black cod balls, buñuelos de bacalao, la ensaladilla japonesa de wagyu o las pizzitas sashimi de atún rojo del Mediterráneo y vinagreta de wasabi. Tampoco faltan propuestas castizas como las alcachofas a la brasa, la gambita roja al ajillo, o los callos. Entre los más demandados se encuentran el rape de pecho negro en suquet de bogavante, la costilla de cerdo confitada o el canelón de boletos y trufa.
Sala de Abya
La dimensión del proyecto se refleja en cifras: 1.000 metros cuadrados de espacio, que cuenta con una capacidad para 300 comensales y un equipo de más de 100 personas. En su diseño de interiorismo, Abya es una exquisita selección de maderas y el latón definen su estilo y se combinan con originales textiles y una delicada selección de vajilla y cristalería. Las lámparas entran por los ojos.
A este trabajo de decoración se suma la presencia de más de 100 obras de arte en las cuales cada artista ha plasmado su alma y sus sentimientos para ofrecer su visión personal del concepto Abya. Llaman la atención los espejos decorados por Amador Montes, los mosaicos de Miguel Milló, los murales de Vladimir Cora o las pinturas de Paola Martínez.
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