DE - VISITA
¿Cómo comenzaron en la moda?
Álvaro Castejón: Me inicié con curiosidad a través de un tío mio francés, Philippe Laporte, aunque yo por inercia iba a estudiar ingeniería. Con el apoyo de mis padres, me fui a estudiar al FIT (Fashion Institute), comenzando un recorrido en USA que luego me llevaría a Florencia y París. Empecé con unas prácticas en Oscar de la Renta cuando diseñaba aún las colecciones de Pierre Balmain. Más tarde trabajé para Givenchy y McQueen, hasta que llegué a Karl Lagerfeld, donde conocí a Arnaud.
Arnaud Maillard: Desde los 8 o 9 años me pasaba los fines de semana dibujando y diseñando bocetos, hojeando revistas de moda y creando mood boards. A los 15 años vi en la televisión como Karl Lagerfeld recibía el 'dedal de oro' y le dije a mis padres: «yo, alos 20 años, estaré trabajando con Karl». Cuando llegó el momento me fui a París y comencé a estudiar en la escuela de diseño de la Chambre Syndicale, preparando un book con mis ideas. A través de la Chambre Syndicale conseguí unas prácticas con Lagerfeld, aunque inicialmente me pusieron a escribir los nombres en las invitaciones a un desfile. Un día antes del desfile, Karl me pidió que le ayudase con los estilismos en la misma pasarela. Y así me convertí en su mano derecha durante décadas. Cuando Álvaro mandó su currículo a Lagerfeld, le contesté personalmente que aún no había nada para él; cuando surgió la ocasión meses después, le contratamos y estuvo con nosotros 9 años.
¿Cuál fue el gran giro de sus carreras?
Arnaud: Como tuve ofertas profesionales de Celine y Fendi, Karl se enfadó mucho conmigo, tomó a traición mis entrevistas con otras casas y me despidió. Álvaro se quedó en Lagerfeld. Yo, trabajando con Sybilla, escribí el libro Merci Karl, que se prohibió en USA y no se ha publicado ni en inglés, pues Karl tomó cartas en el asunto y me bloqueó todo lo que pudo. Pero el libro sigue estando de máxima actualidad y cuenta solo una parte de las increíbles vivencias que tuvimos junto al káiser. En 2010, nos lanzamos juntos Álvaro y yo, desfilando por primera vez en el Palacio de Fernán Núñez. Luego llegaros los desfiles en otras localizaciones, en IFEMA, el trabajo con Azzaro, con Disney y StarWars, la tienda en Hermosilla y el afortunado cierre de la misma en 2018 justo antes del Covid-19.
¿Qué les inspira?
Álvaro: Concebimos las ideas juntos, pero luego cada uno se dedica a una parte del trabajo. Nos conocemos muy bien y nos repartimos las tareas. Yo estoy más en el taller, los tejidos y diseños y Arnaud más en los castings y desfiles, aunque las pruebas las realizamos juntos.
¿Con qué elementos cuentan a la hora de idear sus colecciones?
Álvaro: Nos encanta hojear nuestra colección de libros, escuchar música y contar con mucha luz y tranquilidad. A veces cuando más ideas sacamos adelante es durante los fines de semana, por ejemplo, el sábado por la noche y el domingo. En esos momentos, en los que no suena el teléfono y no salimos, surgen nuestros nuevos proyectos.
¿Cuáles son esos proyectos ahora?
Arnaud: Nos gusta divertirnos con la moda. Estamos preparando el vestuario de un show de flamenco, con batas de cola espectaculares. Y como somos unos apasionados de la costura, disfrutamos siempre con nuestros encargos de novias y a medida. Nunca repetimos un modelo dos veces y esto las novias lo agradecen especialmente. Tenemos otros proyectos más, pero por ahora no podemos decir nada al respecto... (Risas y complicidad de un dúo creativo formado por dos verdaderos caballeros de armadura moderna).
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