Su color enamora. Y en el vino, como en todo, lo primero es que entre por los ojos. Después llama la atención su aroma y su frescura. Hablamos de Hito Rosado 2022, la nueva añada de esta referencia de Bodegas Cepa 21. José Moro, presidente de uno de los proyectos más rompedores de Ribera del Duero, es el creador de este vino joven y atrevido. Elaborado con las mismas uvas de grandes tintos de la casa, pero sin ninguna crianza y manteniendo la finura y sutileza de la uva tempranillo.
«Es un soplo de aire fresco, de espíritu libre, pero con un alma arraigada a la esencia de la bodega. Un vino elaborado en añoranza a los claretes de antes, pero con un carácter innovador y diferencial. Es un vino que muestra calidez y atrevimiento, que se presenta con desparpajo e invita a beber. Es un rosado juvenil, cálido y atractivo que te atrapa desde el primer trago por su intensidad aromática», explica José Moro.
Para conocer el origen de su nombre hay que remontarse a la palabra hito, que significa poste de piedra, a veces labrada, que sirve para indicar la dirección o la distancia en los caminos o para delimitar terrenos.
Tras la recolección de la uva y después de una breve maceración y la eliminación por decantación física de las materias sólidas en suspensión en el mosto, este vino se fermenta a baja temperatura durante aproximadamente 20 días. Después, se lleva a cabo una crianza sobre lías y finamente es embotellado.
El resultado en copa es un vino de un color rosa palo, limpio y brillante. En nariz, se percibe fresco, con aromas a frutos rojos y sutiles notas de flores blancas que le aportan complejidad. Por su parte, en boca es expresivo, con una marcada pero equilibrada acidez y un deje goloso. En definitiva, un rosado elegante y fresco con una marcada personalidad.
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La climatología juega un papel fundamental en cada añada e influye notablemente en el vino. El pasado año estuvo marcado por la escasez de lluvias en invierno y las altas temperaturas en primavera y verano; esto dio lugar a un rápido crecimiento de la planta y a una maduración adelantada. Las precipitaciones al inicio de la vendimia ayudaron a equilibrar la composición de la uva, dando como resultado un año de gran calidad fenólica y sanitaria.
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