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29 de marzo de 2024

La forma del arrullo pretende recrear la sensación que el bebé tenía dentro del útero materno

La forma del arrullo al envolverlo pretende recrear la sensación que el bebé tenía dentro del útero maternoUnsplash

¿Qué es la técnica del `swaddle´ y por qué tiene tantos detractores?

Este método que significa literalmente envolver consiste en eso mismo, envolver al bebé para recrear el útero materno

En Instagram se cuentan por miles las publicaciones con el hashtag #swaddle, concretamente 492.015. Esta técnica, que significa literalmente envolver, consiste en eso mismo, en envolver al bebé en un arrullo o saco. Se ha vuelto bastante popular, sobre todo en Estados Unidos, Australia y países del Medio Oriente, pero ya lo era también en el siglo XVIII.
Con este envoltorio, casi como el capullo de un gusano del que solo queda fuera la cabeza, se intenta recrear la postura y la sensación que el bebé tenía dentro del útero materno antes de nacer. El objetivo: que duerma más, llore menos, esté más calmado y se despierte menos.
En España, está más generalizada la teoría del apego y de la piel con piel de la madre con el hijo, aunque el swaddling es cada vez más común en bebés con bajo peso al nacer o niños prematuros que se encuentran en la UCI de neonatos. El arrullo les ayuda a controlar su temperatura corporal, ya que por sí mismos no son capaces de regularla. En este sentido, hay que prestar atención al sobrecalentamiento del pequeño, que puede hacer aumentar el riesgo de padecer muerte súbita del lactante.
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En las unidades intensivas de recién nacidos esta técnica se combina con el llamado método canguro. El bebé, con la menor ropa posible, es colocado en vertical sobre el pecho descubierto de su padre o madre, con la cabeza de lado y el oído cerca del corazón, cobijado por una camiseta.
Volviendo al swaddle, el envolver al recién nacido con una gasa tiene beneficios, pero también riesgos. Durante los cuatro primeros meses de vida, puede practicarse de manera segura y de hecho la evidencia apunta que como ayuda a mantener una postura boca arriba al dormir, puede prevenir la muerte súbita del lactante.
Por esto mismo, en cuanto el niño empieza a mostrar intenciones de girarse por sí mismo cuando está tumbado que sus movimientos queden limitados al estar envuelto puede resultar peligroso. De esta manera, aumenta el riesgo de asfixia y el de fallecimiento repentino.
Para emplear un arrullo de la mejor manera y que sea seguro para el pequeño, ha de estar firmemente colocado, pero no demasiado apretado. Una de las peores consecuencias de envolver al recién nacido con demasiada fuerza es que puede derivar en dislocación o displasia de cadera. Tiene que permitir una movilidad adecuada, tanto de la parte inferior del cuerpo como de la caja torácica. De lo contario, aumenta también el peligro de padecer braquicefalia o infecciones respiratorias.
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