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28 de abril de 2024

Un niño viaja en avión

Un niño viaja en aviónPexels

Al 60 % de los niños españoles le incomoda que los adultos les pidan estarse quietos cuando viajan en avión

Siete de cada 10 pasajeros de entre 6 y 11 años cree que los aviones no están del todo adaptados para los viajes en familia

Las normas de los pasajeros adultos a bordo incomodan a los niños españoles cuando viajan en avión. El 60 % de los niños se ha sentido cohibido en alguna ocasión porque un adulto le ha pedido que se estuviera quieto. La petición de estar sentado y en silencio durante todo el trayecto se sitúa en segundo lugar como solicitud que menos gusta a los niños (40 %), seguida del mal humor de algunos de los viajeros adultos, con el 37 % de los votos. Así lo revela el estudio realizado por Booking, plataforma global líder en viajes, en España y Europa, en el que ha entrevistado a más de 5.000 niños de entre 6 y 11 años.
A nivel europeo, más de la mitad de los niños (55 %) reconoce haberse sentido cohibido cuando viajaba en avión porque algún pasajero adulto se había quejado o había pedido que se estuviera quieto.
Patricia Ramírez, psicóloga y divulgadora, afirma: «Es completamente normal y sano que un niño se mueva, haga preguntas, y sienta curiosidad cuando está a bordo de un avión. Empatizar con la naturaleza y las necesidades propias de cada edad nos puede abrir las puertas a una nueva forma de viajar, una en la que disfrutamos también del proceso y del viaje, no solo del destino». Y añade: «Los niños son muy creativos y tienen mucha imaginación, así que escuchar sus ideas y aportaciones es un ejercicio muy positivo, y que puede aportar nuevos puntos de vista y soluciones».

Los adultos, los más molestos para los niños

Aunque los más pequeños siempre están en el punto de mira en el avión, los niños han votado a los adultos como los pasajeros que más incordian a bordo. Solo el 3% de los niños españoles afirma que los adultos no les molestan. A pesar de ello, los más pequeños no están a favor de prohibir el acceso de adultos, y prefieren que se habilite una zona para familias dentro de los aviones.
El estudio pone de manifiesto cuánto les gusta volar a los más pequeños, cifra especialmente alta en el caso de España, con el 72 % de los niños que afirma que le encanta viajar en avión, frente al 64 % de la media europea. Sin embargo, 7 de cada 10 pasajeros jóvenes reconoce que los aviones no se adaptan del todo a las necesidades específicas que ellos y sus familias tienen.
El espacio limitado a bordo se sitúa como el principal motivo, con el 55 % de las respuestas, seguido de la presión en los oídos que pueden experimentar los más pequeños por la altura (51 %), y la sensación de piernas dormidas por estar un rato sentado (43 %).
A nivel de usuarios aéreos, el estudio revela que el 30 % de los niños europeos nunca ha volado en avión. España destaca, sin embargo, por ser uno de los países con una de las tasas de viajeros aéreos jóvenes más elevada (74 %). Por otro lado, en Francia casi la mitad de la población menor de 11 años (46 %) nunca ha subido a un avión.

Escuchar más a los niños, petición para 2024

El estudio pone de manifiesto el consenso generalizado entre los niños de España, Italia, Francia, Alemania y Reino Unido sobre la necesidad de escuchar más a los jóvenes como solución para mejorar la experiencia de vuelo. El 85 % de los niños europeos cree que los adultos no prestan atención a sus opiniones o ideas, porcentaje que alcanza el 91 % en el caso de España.
Por su parte, Pilar Crespo, responsable de Booking.com en España y Portugal, indica a la luz de estos resultados que «incluso dentro de nuestro entorno, el acceso a los viajes aéreos es diverso». Cita, por ejemplo, que en España el 74 % de los jóvenes ha tenido la oportunidad de volar mientras que, en otros países vecinos como Francia, casi la mitad de la población menor de 11 años nunca ha experimentado subirse a un avión. «Esta variación destaca la importancia de abordar y garantizar la igualdad de acceso a experiencias enriquecedoras para todos los niños, independientemente de su ubicación geográfica», concluye.
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