Una madre con su bebé en brazos antes de dormir
¿A qué hora tienen que irse a dormir los niños?
Una publicación de una profesora estadounidense sobre el tiempo de sueño de los niños se viraliza en Facebook
Las horas de sueño son esenciales para un tener una buena salud, sobre todo, en la infancia. Durante esta etapa, tener una buena autorregulación es completamente imposible. De hecho, la Asociación Española de Pediatría (AEP) cifra en cerca de un tercio a los niños y adolescentes que sufren, en algún momento, trastornos y problemas de sueño.
El jefe de equipo de la Unidad del Sueño del Servicio de Pediatría del Hospital Quirón de Valencia, Gonzalo Pin Arboledas explica en su libro El sueño es vida: el sueño infantil como nunca te lo han explicado que el descanso es un proceso de desarrollo en el que se debe tener en cuenta que cada persona tiene diferentes necesidades. Y esto no solo ocurre durante los primeros años de vida, sino que en los adolescentes sigue siendo capital por la gran evolución que sucede en el cerebro. Estos, principalmente, afectan al área de las relaciones sociales.
Depende de la edad
Hace unos días se hacía viral en Facebook una tabla con las horas que deben dormir los niños según su edad. La profesora del Wilson Elementary School de Kenosha, Wisconsin, en Estados Unidos, Stacy Karlsen, fue la que la publicó y se sorprendió de la dimensión que estaba alcanzando. La docente declaró a la Fox que apareció en su página personal y le pareció útil, teniendo en cuenta que se trata de consejos sin fundamentos científicos detrás.
¿A qué hora debería tu hijo irse a la cama? La tabla establece la hora de dormir de los niños dependiendo de la hora en la que se tengan que despertar
Se puede apreciar en ella que los horarios se adaptan más al estilo de vida estadounidense que al español, donde se cena más tarde y se retrasa el momento del descanso. Sin embargo, no dista mucho de lo que aconsejan los pediatras españoles. Un recién nacido debería dormir en torno a 16 horas, que se van reduciendo a 14 hasta cumplir los dos años. A los cinco, los niños tendrían que dormir, aconsejan, cerca de las 12 horas. A partir de los nueve, la cifra desciende a 10 horas, para estabilizarse en torno a las 8 horas a partir de los 14 años.
El sueño constante, una excepción
Sería una anomalía que estos plazos se cumplieran ininterrumpidamente cada noche, especialmente en los más pequeños. La Asociación Española de Pediatría apunta que entre el 20 y el 40 % de los menores de tres años se despiertan por la noche. Este porcentaje se reduce al 15 % al cumplir esa edad, y desciende hasta el 2 % pasados los cinco años. Para posibilitar cumplir el tiempo, son necesarias las siestas.
Un estudio de la Universidad de Ruhr de Bochum, en Alemania, establece que las siestas de, al menos, 30 minutos provoca en los niños una mayor facilidad en recordar lo aprendido. Igualmente, disminuye la aparición de hiperactividad y ansiedad; y aumenta la comprensión y predicción lingüística, que es la capacidad de reconocer palabras nuevas. Por otro lado, otra investigación de la Universidad de Massachusetts estipula que la siesta ayuda a la realización de tareas visuales en las que la memoria está implicada.
Para evitar los trastornos del sueño, la AEP aporta una serie de consejos como tratar de mantener un horario regular, no solo en el descanso, sino en la alimentación, ya que las rutinas ayudan a los niños a sentirse seguros y, por tanto, a relajarse. Otra pauta interesante es tratar de evitar la asociación de la cama como un castigo o rechazo, así como para realizar cualquier actividad que no sea dormir. Tener unas condiciones ambientales adecuadas, realizar ejercicio físico al aire libre y adaptar las siestas a las necesidades de los pequeños son más sugerencias a tener en cuenta.
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