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Que se apague la chispa no significa que haya que romper el matrimonio

Que se apague la chispa no significa que haya que romper el matrimonioPexels

«Esto es lo que debes hacer cuando se apaga la chispa en tu matrimonio», dice el terapeuta Timothy Diehl

Puede ocurrir en cualquier momento, aunque es más frecuente que suceda a partir de los 5 o 10 años de casados: la «chispa» del amor y el interés por el otro se apaga lentamente y surge el miedo y la desesperanza. La mentalidad divorcista instalada en la sociedad hace el resto y uno de los dos cónyuges se lo plantea cada vez con más seriedad: ¿Se ha acabado lo nuestro? ¿Es mejor que nos divorciemos?

Consciente de que este es un problema cada vez más extendido en todo el mundo, el asesor matrimonial Timothy Diehl, colaborador del portal especializado en paternidad All Pro Dad, da cinco pautas que los esposos pueden dar cuando se ven en una situación así.

Diehl, que es pastor evangélico y padre de familia, arranca con uno de los muchos casos reales que se encuentra en las terapias de pareja que dirige en Reading, Pensilvania: el de Jerry y su esposa Renee.

«Ya no siento nada por ella»

«Jerry llevaba 15 años casado con Renee y tenían dos hijos. Su matrimonio siempre había sido un reto. Ambos llegaron con un bagaje emocional que no habían superado de sus familias de origen. Y también les costaba ponerse de acuerdo en la mayoría de los asuntos. Después de años de pelearse (metafóricamente), Jerry estaba exhausto».

Y Jerry le abrió el corazón a Diehl: «Apenas hablamos, y cuando lo hacemos, peleamos. No puedo decirte cuándo fue la última vez que me tocó, y mucho menos cuándo mantuvimos relaciones sexuales. No quiero el divorcio, pero no sé qué hacer. Ya no siento nada por ella. ¿Qué haces cuando se apaga la chispa de tu matrimonio?».

Su situación, explica Timothy Diehl «es más común de lo que se cree». Y da cinco consejos para darle la vuelta a ese doloroso momento en el que «te encuentras en un matrimonio sin amor».

1. Abandona el matrimonio que desearías tener y ocúpate del que tienes.

«Muchas personas añoran el matrimonio ideal que desearían tener, pero nunca lo han realizado del todo. Así que una de las mayores amenazas para su matrimonio real es el matrimonio que desearían tener», explica.

Por eso, «cuando la chispa se apague, deja de imaginar cómo podría ser tu matrimonio y comienza a ser honesto con la persona con la que estás casado».

2. Mírate en el espejo.

«La mayoría de los matrimonios con problemas están llenos de acusaciones mutuas. Y se necesitan dos para bailar el tango, pero necesitas empezar por ti mismo», apunta el experto.

Y lanza varias pistas: «¿En qué aspectos eres egoísta, distraído, inseguro o desatento? ¿En qué área podrías trabajar para ser mejor persona? Empieza por ahí. Y te recomiendo encarecidamente que consultes con un terapeuta, porque seguramente lo necesites si has llegado hasta aquí». Además, afirma algo que puede doler... pero sin lo cual no es posible sanar: «Los matrimonios sanos no se desarrollan entre personas enfermas. Cuando la chispa se apaga, normalmente eres uno de los que la echa a perder».

3. Acude a terapia de pareja.

La terapia de pareja «no es la solución milagrosa, pero puede marcar la diferencia».

Para empezar, «el terapeuta probablemente sepa algunas cosas que tú no sabes, incluyendo hacer buenas preguntas. Pero incluso el simple hecho de asistir a terapia con regularidad crea un ritmo de atención que probablemente no existía antes. Presta atención regularmente a tu relación y a la otra persona», indica Diehl.

4. Trata a tu cónyuge de la misma manera que cuando empezasteis a salir.

El consejo para Jerry se puede aplicar también a cualquier marido o mujer: «¿Recuerdas cuando te esforzabas por demostrar a tu pareja lo especial que era para ti? Claro, antes era más fácil. Ahora, tratarla como si fuera especial es un trabajo duro. Pero las cosas más valiosas requieren un esfuerzo considerable. Obtener un doctorado, correr una maratón, obtener el carnet de conducir... todo esto requiere esfuerzo y determinación. No es algo que simplemente te despiertes y alguien te lo regale. Pero si estás dispuesto a tratar a tu pareja como si fuera especial, te sorprenderá cómo esas acciones moldean tu actitud hacia ella, por no hablar de la suya hacia ti».

5. Invita a tus amigos.

«Los matrimonios sanos rara vez existen de forma aislada. Todos necesitamos personas que nos acompañen», explica Diehl en All Pro Dad.

Por supuesto, «estos amigos deben ser el tipo de personas que te escuchen cuando tengas dificultades, pero que también te animen cuando puedas mejorar; personas con las que puedas disfrutar cuando las cosas se pongan difíciles en casa, pero que se nieguen a usarlas como vía de escape. No es fácil encontrar amigos así, pero son un ingrediente clave para un matrimonio sano», apunta.

Jerry y su mujer, «mejor que nunca»

Y concluye recordando que «cuando la chispa se apaga, el matrimonio no tiene por qué apagarse. No es fácil, pero es posible rejuvenecer un matrimonio en crisis y hacerlo mejor que nunca. Lo he visto una y otra vez».

¿Y qué pasó con Jerry y su mujer? «Jerry y Renee están mejor que nunca. Fue un cambio de rumbo difícil, pero lo lograron. Así que tú también puedes. No pierdas la esperanza ni te desanimes».

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