Vicente Fernández, una vida de rancheras y escándalos amorosos

El mundo de la música está de luto por el fallecimiento de Vicente Fernández . El rey de las rancheras dejaba este mundo a los 81 años después de varios meses ingresado en el hospital Country 2000 de Guadalajara (México) por una caída en su casa que derivó en varias complicaciones.

El Charro de Huentitán, como le llamaban en su México natal, consiguió dos premios Grammy, ocho Grammy Latinos y una estrella en el paseo de la fama de Hollywood con los 60 millones de copias que vendió en todo el mundo. El mismo éxito que cosechó sobre los escenarios también se trasladó al plano personal. Las mujeres se volvían locas con Fernández, aunque su corazón latía con fuerza por María del Refugio Abarca, más conocida como Cuquita.

Se conocieron cuando eran unos niños y vivían muy cerca el uno del otro en Guadalajara. Pero la marcha de Fernández a Tijuana para buscar oportunidades les separó. Un buen día regresó y coincidieron. Desde ese momento, el cantante no quiso volver a alejarse de ella. Al salir de la misa, Fernández le regaló una flor de laurel y le pidió que fueran novios, y ella no se lo pensó dos veces. 

Se casaron en 1963 en una sencilla ceremonia. «Yo desde que me casé supe con quién me iba a casar y ella también supo con quién se iba casar. Ahora vamos a cumplir 60 años de casados en cuatro años», decía en una entrevista el artista. Fernández siempre la ha considerado el amor de su vida y siempre fue su gran apoyo tanto a nivel personal como profesional.

Fruto de su amor nacieron sus hijos: Vicente Jr., Alejandro y Gerardo Fernández, a los que se les conoce como 'Los tres potrillos'. Este nombre es, además, el que le pusieron al rancho familiar de Guadalajara en el que serán depositados los restos mortales de Vicente Fernández. Pero además de estos tres varones, el matrimonio adoptó a una niña pequeña, Alejandra, hija de la hermana de Cuquita. «Uno es padre de los hijos que tiene, sino de los que cría. Ella es igual que el resto de mis hijos», decía el rey de las rancheras.

Solo dos de ellos han seguido el camino en el mundo de la música de su padre. Vicente Jr., con más pena que gloria y Alejandro Fernández, que es sin duda el digno sucesor de su padre, al igual que su hijo Álex. Cuenta con una sólida carrera discográfica y ha sido premiado con dos Grammy Latinos y seis Premios Billboard, lo que prueba que lleva el arte en las venas. Por su parte, Gerardo se ha decantado por el mundo de los negocios y Alejandra ha estudiado Diseño.

Un mujeriego

Pese a que siempre dijo que Cuquita fue el gran amor de su vida, las infidelidades han sido una constante en la vida de Fernández. «Nunca fui un santo, pero nunca me vieron. No han nada más importante que ser discretos», reconoció en una entrevista. La única mujer que fue reconocida por él de todas las que lo anunciaron a los cuatro vientos fue Patricia Rivera, con la que mantuvo un affaire de varios años. Es más. Se creyó que su hijo Rodrigo era de Fernández y fue acogido en la familia como tal hasta que una década después se hizo una prueba de paternidad. Demostró que no era su hijo. Aunque fue un bache difícil de esquivar, el matrimonio siguió unido.

La vedete Merle Uribe, a quien conoció en 1980 mientras grababan la película Picardía mexicana 2 , y la cantante Manoella Torres y Angélica María son las otras mujeres que resuenan con fuerza en su expediente amoroso.

Pero además de su fama de mujeriego, también le acusaron este año de abuso sexual. La cantante Lupita Castro aseguró que se propasó con ella cuando tenía 17 años. «Como yo estaba muy mareada y él se puso muy pesado, la verdad a mí me dio mucho temor. Yo le dije que no, no, y lo hizo. ¿Cómo se llama eso?», dijo Castro.