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26 de abril de 2024

Finca La Cantora, propiedad de Isabel Pantoja, en Medina Sidonia, en Cádiz

Finca Cantora, propiedad de Isabel Pantoja y Kiko Rivera, en Medina Sidonia, en CádizGTRES

De Cantora a Ambiciones: las fincas que marcaron la crónica social española

Algunas cambiaron de dueño y cayeron el olvido, otras se han convertido en objeto de continuas polémicas que copan largas horas en televisión

Si sus paredes hablaran, daría para varios tomos de una edición enciclopédica de la revista ¡Hola!. La geografía española está salpicada de fabulosas fincas que han copado miles de horas en televisión por la azarosa vida de sus populares moradores. Algunas propiedades pasaron a manos anónimas y cayeron en el olvido, otras son motivo de disputa entre familias rotas. Recorremos España en busca de las más emblemáticas.

Cantora, Medina Sidonia (Cádiz)

La finca soñada de Paquirri, en la que invirtió todo lo que ganó en los ruedos, se erige hoy como símbolo de la herencia maldita que enfrenta a Isabel Pantoja y su hijo Kiko Rivera. Situada entre Medina Sidonia y Vejer (Cádiz), en plena Ruta del Toro, se extiende por 500 hectáreas sobre las que se levanta la vivienda de 2.000 metros construidos. La finca abarca zonas de monte, dehesa y cultivo.
La cantante Isabel Pantoja y el torero Francisco Rivera, con su hijo Kiko en brazos

La cantante Isabel Pantoja y el torero Francisco Rivera, con su hijo Kiko en brazos, en 1984GTRES

Cantora es la finca que más titulares ha generado y genera a día de hoy, ya sea por albergar ese famoso cuarto donde se guardan los trastos de torear de Paquirri, que reclaman Fran y Cayetano Rivera, como por ser el escollo en la disputa entre Isabel Pantoja y su hijo Kiko Rivera. El 52,4 % pertenece a la tonadillera y el 47,6 % al Dj. En febrero de 2021, Kiko causó un revuelo mayúsculo al anunciar que quería vender su parte, con Pantoja dentro. Nunca llegó a cerrarse la transacción, aunque se especuló con la identidad de varios posibles compradores e incluso con la opción de convertirla en un parque eólico.
La muerte en septiembre de 2021 de Doña Ana, madre de Isabel Pantoja y pilar fundamental en su vida, trastocó los planes futuros de la cantante. Durante largas temporadas, se recluía en Cantora para cuidar de su progenitora. Recientemente, Pantoja ha anunciado que es ella la que ahora quiere vender para iniciar una nueva vida lejos de dolorosos recuerdos. El plan de la cantante sería trasladarse a su casa de El Rocío, en Almonte (Huelva), aunque su hermano Agustín intenta convencerla para que se mude con él a Madrid.

Ambiciones, Prado del Rey (Cádiz)

Finca de Ambiciones

Finca de Ambiciones, punto de encuentro de la familia Janeiro

La bautizó con el nombre de ese primer novillo negro al que mató con 13 años. Situada en el término municipal de Prado del Rey (Cádiz), Jesulín de Ubrique desembolsó a tocateja unos 540.000 euros, al cambio actual, por la finca Ambiciones en 1990. Ocupa unas 300 hectáreas de terreno y, cinco años después, se construyó la casa de 2.000 metros cuadrados. Tras esas paredes se desarrollaron algunos de los momentos amorosos más determinantes en la vida del diestro; su aventura con Belén Esteban y el nacimiento de su hija o su noviazgo con María José Campanario. Tampoco caerán en el olvido las anécdotas que protagonizó con Currupipi, el cachorro de tigre, al que crio en la finca.
Jesulín abandonó la vivienda tras casarse con la odontóloga en el verano de 2002. El patriarca Humberto Janeiro la dejó en 2003 y Carmen Bazán permaneció allí hasta 2008.
Las últimas intenciones del diestro se dirigían a alquilarla para celebraciones. Crearon una web e hicieron un vídeo promocional, en el que aseguraban que acogerían bodas, fiestas o encuentros de negocios, pero la idea no cuajó. A día de hoy, se encuentra cerrada a cal y canto.

Yerbabuena, Castilblanco de los Arroyos (Sevilla)

Vistas de la finca de Yerbabuena, en Sevilla
24/04/2013
SEVILLA

Vistas de la finca de Yerbabuena, en SevillaGTRES

La emisión de Rocío, contar la verdad para seguir viva desempolvó la historia de la Yerbabuena y las emociones que allí se vivieron. Situada en la localidad sevillana de Castilblanco de los Arroyos, José Ortega Cano le compró la finca a su compañero Espartaco por 1,8 millones de euros en 1992. Allí, se celebraron las bodas de Rocío Jurado con José Ortega Cano, la de Rocío Carrasco y Antonio David Flores o el bautizo de Gloria Camila y José Fernando. Tras la muerte de Rocío Jurado, el diestro decidió ponerla a la venta.
En el verano de 2013, se hizo con ella la acaudalada empresaria peruana Rocío Leonor Torres Carcasi, que también adquirió la yeguada y la ganadería de toros de lidia.

Lerele, La Moraleja (Madrid)

Rosario Flores, a las puertas de Lerele, en La Moraleja, en 2005

Rosario Flores, a las puertas de Lerele, en La Moraleja, en 2005GTRES

Dos retratos de La Faraona y El Pescaílla presidían la entrada de este fabuloso chalet, donde se celebraban jaranas hasta el amanecer. Su nombre ya era toda una declaración de intenciones; El Lerele, como la canción de Lola Flores. Situada en la exclusiva urbanización de La Moraleja, en Madrid, se convirtió en el refugio de la cantante y su familia después de que la artista fuera acusada de fraude, en 1987, cuando Hacienda le reclamaba 130 millones de pesetas. Se deshizo de su piso de la calle María de Molina y se mudó con Lolita, Rosario y Antonio.
Allí vivió la matriarca noches de júbilo y celebración, pero también sus últimos días, luchando contra un cáncer de mama que le habían diagnosticado dos décadas antes. Las hermanas Lola y Rosario heredaron la casa y la dividieron en dos. La pequeña acabó comprándola entera para posteriormente reformarla y venderla en 2018.

La Cetrina, Navas de San Juan (Jaén)

Paloma Cuevas y  Enrique Ponce, en Madrid

Paloma Cuevas y Enrique Ponce, en MadridGTRES

Emblema de los días felices de Enrique Ponce y Paloma Cuevas cuando formaban ese matrimonio idílico y el huracán Ana Soria aún no había irrumpido en sus vidas. La finca, de 904 hectáreas y más de 53.000 olivos, se ubica en el término municipal de las Navas de San Juan, en Jaén, donde pasaron momentos muy señalados con sus dos hijas.
Ponce invirtió sus primeras ganancias como torero en esta propiedad y poco a poco la fue mejorando y acondicionando, acorde al gusto de su mujer. Tiene una ganadería, un coto de caza, una hípica, una almazara y una enorme zona ajardinada.
Después de rubricar el divorcio con Paloma Cuevas, el maestro de Chiva dio un paso más al poner en venta la finca, rompiendo con todo aquello que le evocara a su pasado sentimental. La propiedad ha recibido ya la visita de algunos potenciales compradores, pero Ponce no ha fijado un precio bajo. El último acto familiar que albergó fue la Comunión de su hija pequeña, Bianca.
El torero ya solo piensa en su futuro junto a la joven Ana Soria, contemplando las puestas de sol desde algún chiringuito de Cabo de Gata.
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