Sonriente y positiva, no tiene miedo a que la lesión le afecte a su aspecto físico
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Laura Ponte, a la espera de un trasplante tras perforarse la córnea y perder la visión de un ojo
Mantiene una actitud positiva y espera recuperar la visión de cuatro a seis meses
Laura Ponte parece estar viviendo uno de sus peores momentos de salud. Tal y como ha podido confirmar El Español, la modelo de 48 años sufrió hace un mes una perforación en la córnea de uno de sus ojos. Al momento, los facultativos que la atendieron la recomendaron someterse a una intervención médica que pudiera salvar el daño provocado en esta capa exterior del ojo tan sumamente delicada. Sin embargo, no le impidió perder la visión del ojo dañado.
Eso sí, espera que sea de manera temporal, ya que está a la espera de un trasplante que le permita recuperarla por completo. «Sí, me imagino que recuperaré la visión. Claro, si va todo bien, me imagino... Los médicos me han dicho que en cuatro o seis meses. Primero hubo una operación para salvar el agujero que se me hizo en la córnea, luego el trasplante, que es lo que estoy esperando. Y si todo va bien, que ojalá, recuperaré la visión. Supongo, no lo sé. Yo solo sé que estoy en superbuenas manos, en La Paz, con gente maravillosa. Ahora, cada dos semanas, estoy yendo a revisión. Y voy sobre la marcha», declara la modelo a El Español.
La modelo en su última aparición pública a principios de junio
Sonriente y positiva, prosigue: «Esto es un mal menor, como quien dice... A ver, no es ninguna broma no ver de un ojo, pero bueno, dentro de lo que cabe... hay cosas mucho peores, de verdad. Y lo único que tengo que hacer es llevar una vida muy tranquila, que me viene muy bien».
Pese al peligro de la lesión, Laura Ponte no le da importancia a que le afecte de forma física. «Mis hijos dicen que parezco un cyborg y que estoy muy guapa. A mí me da igual«, apunta. Junto a ellos precisamente pasará el verano, pero, debido al percance, tendrán que cambiar sus planes.
«Las vacaciones este verano van a ser tranquilas porque hay muchas cosas que no puedo hacer», señala. «No te puedes bañar. Así que van a ser unas vacaciones muy tranquilas. Los viajes que tenía programados los he cancelado porque los destinos no eran recomendables. Y, nada, un verano familiar y tranquilidad. A mí me da igual, de verdad, tener un ojo blanquito y cosidito».
