Comenzaron su relación hace poco más de un año, tras fallecer el marqués de Griñón
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Esther Doña y Santiago Pedraz, crónica de una ruptura no anunciada
El juez asegura que la relación acabó semanas antes de la publicación del reportaje, acusando a Doña de no haberlo parado a tiempo
El pasado miércoles, la crónica social se despertó con el anuncio sorpresa del compromiso de Esther Doña y Santiago Pedraz. Un año y pocos meses después de darse a conocer su relación, la pareja parecía estar más enamorada que nunca y estar dispuesta a confirmar su amor ante su familia y amigos.
«Cuando uno ama, quiere gritarlo a los cuatro vientos», decía el juez de la Audiencia Nacional el miércoles pasado. «Él es la persona más adorable del mundo. Es tierno, dulce, generoso, atento… Y muy, muy divertido. Tenemos los mismos valores, es familiar, amigo de sus amigos, le encantan los niños, no puede con las injusticias… ¡Es perfecto!», aseguraba la viuda del marqués de Griñón sobre su relación.
Nada hacía presagiar que, menos de un día después de anunciar el compromiso, saltase la noticia de la ruptura. Fue el mismo juez Pedraz el que se puso en contacto con los responsables de la publicación durante la mañana del miércoles 24 de agosto para mostrar su asombro por la publicación del reportaje y comentar que la relación lleva rota desde días antes. «Rompí la relación el pasado 12 de agosto. Y, desde entonces, absolutamente distancia».
Se conocieron gracias a Carlos Falcó, el difunto marqués de Griñón de quien el juez era gran amigo
A pesar de la ruptura ese mismo día, Esther no le dio más importancia, ya que, tal y como explica Hola en su nuevo número, «cree que es una más y que en unos días estarán `tan felices como siempre´. `Quedaos tranquilos, que en unos días se va a arreglar y estaremos tan bien como siempre. Es solo una pelea más de tantas´», les comentó Esther.
Pero no lo fue. Ante la contundencia de los argumentos termina por reconocer que, efectivamente, Santiago Pedraz había roto su relación y cancelado, por lo tanto, su boda, a través de un mensaje de WhatsApp. La publicación baraja la posibilidad de que Esther utilizase la publicación del reportaje como una forma de presionar a Santiago a retroceder y continuar con el compromiso.
Sin embargo, Santiago lo tenía y lo tiene claro: «Jamás voy a hablar mal de ella porque no la quiero perjudicar de ninguna manera, pero hay líneas rojas que no se pueden pasar y ella las pasó. Por eso me planté y rompí y por eso no me voy a mover.
Tal y como afirma la revista, su historia de amor había entrado en una guerra abierta. «Esther ha cambiado. Ya no es la persona de la que me enamoré. Es muy doloroso, muy triste», comentó en primicia Pedraz.
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Hola aclara, además, que el juez jamás participó en ninguna negociación, ni cobró por ningún reportaje, ya que su único propósito era acompañar a Esther. El reportaje se acordó con ella y es la única a la que le correspondía comunicarse con la revista para parar la publicación de la misma o posponerla.
Ella quiso seguir a toda costa pese a haber recibido la sentencia de su compromiso el 12 de agosto. Ocho días después, volvió a recibir un mensaje de Pedraz confirmando que la relación se había terminado. «Por supuesto, no me lo tomé en serio. Le llamé por teléfono, pero fue imposible la comunicación. Después de ser una mujer comprometida y los dos en edades adultas, no me creo el romper la relación con un simple mensaje de Whatsapp de dos líneas».
Esther, sobre todo, sigue incrédula ante la situación. «Pensé que sería un arrebato y que se le pasaría en unos días. Los dos estábamos muy ilusionados esperando el gran día», concluye.
Una historia de amor atípica
Un año después del fallecimiento del marqués de Griñón, Esther volvió a sonreír, y todo gracias a este magistrado de 64 años al que conoció años atrás. Fue Carlos quien les presentó, y también quien expresó lo mucho que le gustaría que, si algún día él faltaba, su esposa tuviese a su lado a un hombre como Pedraz. Sus deseos fueron órdenes para el juez y la modelo, pues ambos iniciaron una bonita relación que consolidó a pasos agigantados en poco tiempo. El juez había llegado a la vida de Doña tras una época difícil para ella, en la que perdió tanto a su marido como a su padre tras contraer covid, y la sumió en «un nuevo capítulo» con «alegría y vitalidad».
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