La Princesa Victoria durante el banquete del Premio Nobel en Estocolmo
¡Qué vienen las suecas!
Las 'royals' suecas parten bacalao, siguen el protocolo sin afán de protagonismo y lucen majestuosas de gala
Hace muchos años la familia real sueca fue muy criticada por su imagen tras la publicación de unas fotografías de verano en las que aparecían a punto de coger una barquita. Iban mal vestidos, llevaban zapatillas cangrejeras de tiras, camisetas marcando lorza y sobresalientes traseros. Todo glamour. Pero aprendieron la lección, aunque ello les costase algún que otro trastorno alimenticio, por desgracia. Esta semana, las mujeres de la familia sueca han brillado como casi ninguna otra en la realeza.
Los últimos premios Nobel han sido el escenario ideal para mostrar la estupenda colección de joyas de los Bernadotte, muchas procedentes del entorno de la Emperatriz Josefina, ya que son descendientes de un hermano de Napoleón Bonaparte, el famoso Pepe Botella que pasó por España. La Reina Silvia y las Princesas Victoria y Sofía, han lucido impecables e imperiales con sus magníficos vestidos. Parece que han decidido no escatimar y destacar de entre los países escandinavos como lo que son, la mejor escuadra.
La Reina Silvia, de 78 años –dos más que su marido el Rey Carlos Gustavo–, lució un impresionante vestido morado de encaje y escote ilusión con una capa exenta muy voluminosa que llamó la atención. La princesa Victoria llevó su mejor vestido de todos los tiempos, un modelo a cargo de Camilla Thulin en raso rosa palo y escote cruzado tableado, una amplia silueta tipo princesa que recordaba a los modelos de Sissi. Su atuendo combinaba a la perfección con la banda azul claro y los accesorios del mismo tono. Estelar y principesca.
El Rey Carl Gustaf y la Rina Silvia con la Princesa heredera Victoria y el príncipe Daniel
Incluso la Princesa Sofía, a menudo menos compuesta por ser la «nuera y cuñada real», escogió un elegantísimo vestido de azul lavanda claro con mangas transparentes en gasa, probablemente también uno de sus atuendos más elegantes hasta la fecha. Su tiara, en su día de la reina Silvia, ha ido modificándose y ampliándose desde la inicial gargantilla heredada, y permite adaptar la pieza a distintas piedras preciosas y perlas.
La Princesa Sofía Hellqvist durante el banquete del Premio Nobel
Bien peinada, bien maquillada y con joyas espectaculares volvió a aparecer Victoria en la cena el día después de la ceremonia de entrega de los premios. Victoria, a la que Magdalena ha dejado brillar con su ausencia, escogió un vestido verde de lentejuelas muy favorecedor que ya ha llevado una decena de veces. Se trataba de un modelo de Elie Saab bien amortizado, acompañado de la tiara de laureles Boucheron que formaba parte del joyero de la princesa Lilian, tía política muy querida y ya desaparecida del rey Carlos Gustavo. Eligió llevar un collar compañero al vestido, el de esmeraldas de la casa Bernadotte. Los zapatos de charol beige de Gianvito Rossi y un clutch de mano trenzada del mismo tono completaron un atuendo que 10 años después de haber sido estrenado por Victoria le sigue quedando impecable.
Victoria y el Príncipe Daniel asisten a la cena del Rey para los premios Nobel
La casa real de Bernadotte, reinante en Suecia, lleva en el país desde 1818, si bien 10 años antes Suecia ya había perdido el dominio sobre Finlandia. Con un apellido francés de origen occitano, Jean Baptiste Bernadotte, mariscal de Napoleón, había sido escogido como sucesor del rey Carlos XIII, el último rey de la dinastía Holstein-Gottorp, que murió sin descendencia. Bernadotte se había casado en 1798 con Désirée Clary, hermana de la esposa de José Bonaparte, hermano mayor de Napoleón (si, nuestro Pepe Botella antes mencionado). Bernadotte tomó el nombre de Carlos XIV de Suecia y Carlos III de Noruega hasta la separación de Suecia y Noruega, eligiéndose al príncipe Carlos de Dinamarca como rey para el país de los fiordos con el nombre de Haakon VII.
Es un curioso lío de familias y reinos, que se complica aún más si se estudia previamente que todos procedían de Dinamarca. Con su armonía, contando con un brutal joyero familiar, con la elegantísima Reina Silvia a la cabeza y con un trío de princesas que cada día se supera, las royals suecas parten bacalao, siguen el protocolo sin afán de protagonismo y lucen majestuosas de gala. Atención al resto de las monarquías. Que vienen las suecas pisando fuerte.
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