Los condes Nicolás y Félix de Dinamarca tendrían en sus manos que la situación en la familia real danesa mejorase
¿Fin al cisma danés? La muerte que puede acabar con la crisis de los títulos de Margarita de Dinamarca
El fallecimiento de la abuela materna de Nicolás y Félix, hijos mayores del Príncipe Joaquín, podría suponer un antes y un después en su relación
No son buenos tiempos para la familia real danesa. La deslealtad deambula por palacio desde el momento en el que la Reina Margarita anunció que a partir de 2023 cuatro de sus ocho nietos perderían el título de Príncipes y Princesas. Los afectados, los hijos del Príncipe Joaquín de Dinamarca, se sintieron «marginados» por la decisión de su abuela y consideraron que prevalecía el honor de sus primos, hijos del heredero, el Príncipe Federico. Confesaron sentirse confundidos, tristes y en estado de shock. «No pueden entender por qué les están quitando su identidad», decía entonces Alexandra Manley, exmujer de Joaquín y madre de sus hijos hijos mayores, Nicolás y Félix.
La situación parecía que se había controlado cuando el pasado 1 de enero, la monarca había conseguido reunir a sus dos hijos en la habitual recepción de año celebrada en el Palacio Amalienborg de Copenhague. Una imagen que, a priori, no esperábamos ver porque Joaquín de Dinamarca dejó claro que su intención era pasar las Navidades en compañía de sus hijos, su mujer Marie y la familia de esta en Francia.
Los condes Nicolás y Félix junto a su madre, Alexandra Manley
Allí, país natal de ella, fue destinado él como delegado para asuntos de Defensa en la embajada de Dinamarca en París. Un puesto que, en principio, fue vendido por la Casa Real como algo temporal –a pesar de que fue impulsado por ellos mismos–, pero que, dado los últimos acontecimientos, podría ser de carácter permanente.
Con el cisma cada vez más visible dentro y fuera de sus fronteras, la prensa danesa se pregunta si el reciente fallecimiento de la abuela materna de los dos hijos mayores que Joaquín tuvo con la condesa Alexandra antes de su divorcio podría ser el detonante para que la situación mejorase.
Como adelantó BT, Christa Manley, que en febrero hubiera celebrado su 90 cumpleaños, falleció el 5 de enero en su casa de Viena, donde se trasladó en 2008 junto a su marido. Dos años después de instalarse, este falleció y Christa comenzó a ser visitada de forma asidua tanto por Alexandra como por sus hermanas y todos sus hijos. Fue precisamente en una de estas visitas por Navidad cuando la anciana falleció rodeada de su familia.
«Estoy feliz de que mis hermanas y yo lográramos juntarnos, a pesar de que vivimos en diferentes partes del mundo», ha explicado la condesa Alexandra. Tanto ella como sus dos hermanas, Martina y Nicola, que viven en Hong Kong y Londres respectivamente, se desplazaron hasta Austria para estar al lado de su madre hasta el final.
Joaquín y Marie de Dinamarca junto a sus cuatro hijos
La propia Reina Margarita ha reconocido que deja un «gran vacía en la familia», siendo especialmente, Nicolás y Félix, los más afectados por la noticia. Muy unidos a su abuela, era habitual que pasaran tiempo junto a ella cuando esta viajaba hasta Dinamarca. Su último viaje a su país natal fue en 2020 cuando se quedó un mes en Charlottenlund, residencia de verano de la familia, y disfrutó de su compañía.
Para ellos es un nuevo varapalo después de que el pasado 1 se hiciese efectivo su cambio de título. Fue este día cuando dejaron de ser oficialmente príncipes a considerarse Su Excelencia el conde Nicolás y Su Excelencia el conde Félix, tal y como aparecen en la web oficial. «Es una sensación extraña y una experiencia que hubiera preferido no tener. Pero ahora es como es. Durante el resto de mi vida, estaré orgulloso de los años en los que se me permitió ser Príncipe de Dinamarca», reconocía Nicolás.
Ahora que tan solo pueden mantener relación con una de sus abuelas, quién sabe si puede suponer un antes y un después en su relación y una forma de acercar posturas en la familia. El posible rencor y decepción por su decisión podría dejar paso al cariño y terminar con la crisis de los títulos y el distanciamiento.
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