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24 de abril de 2024

Britain's King Charles and Queen Camilla walk as they attend the opening of the new Coronation Garden in Newtownabbey, Northern Ireland, May 24, 2023.

Los Reyes Carlos III y CamilaGTRES

Carlos III, el rey ecologista cambia las normas en Buckingham

El Rey de Inglaterra enarboló durante décadas un discurso en defensa del medioambiente que no duda en aplicar a episodios cotidianos de su vida

No se trata de una pose, ni de un discurso hueco. El Rey Carlos III cree fervientemente en la prédica ecologista que lleva defendiendo desde hace décadas. Hechos cotidianos lo demuestran. El hijo de Isabel II no consiente que se derroche en la factura de la luz. Y no es cuestión económica, puesto que la pagan los contribuyentes. En su día a día, sigue una serie de normas.
Le gusta desenvolverse en ambientes con una temperatura muy baja, por lo que en su despacho de Buckingham acostumbra a tener las ventanas de par en par hasta que le castañean los dientes. La calefacción apenas la enciende ni siquiera en invierno. Una manía que obliga al personal de su servicio y su mujer, la Reina Camila, a llevar varias capas de abrigo para soportarlo.
Es habitual que el Rey recorra los pasillos de Palacio para comprobar que no ha quedado ninguna luz encendida. En un documental de la BBC, emitido en 2018 con motivo de su 70 cumpleaños, el Príncipe Harry afirmó: «Es un obseso con el tema de las luces».
Tras convertirse en Rey, también ha introducido algunas modificaciones en las instalaciones de Buckingham. The Times publicaba un amplio reportaje, este fin de semana, preguntándose por qué Carlos III había ordenado bajar la temperatura del agua de la piscina del palacio, una de las estancias menos conocidas. «Algunas personas que usan la piscina han notado que la temperatura del agua ha bajado y está más fría. Les han dicho que el Rey ha hecho bajar el termostato».
Extracto de The Times

Extracto de The Times

Al bajar la temperatura de la piscina del palacio, Carlos III reducirá las facturas de energía, que son registradas por una red de más de 60 medidores inteligentes. El año pasado, el gasto los palacios reales, que paga el contribuyente a través del Sovereign Grant (subvención soberana), fue de 3,2 millones de libras. El Rey persigue lograr el objetivo de cero emisiones en la casa real, antes de la fecha objetivo del gobierno de 2050.
A Carlos III le encanta nadar, pero prefiere el mar a las piscinas. Ocasionalmente usa la de su casa de campo de Highgrove, pero apenas se le ha visto en bañador en la de Buckingham. Además, no hay imágenes de la instalación deportiva, resguardada por una especie de invernadero con los cristales oscuros.
The Prince of Wales speaks with the Duke of Cambrige, as he scuba dives with British Sub-Aqua Club (BSAC) members at a swimming pool in London.

Carlos III y su hijo, el Príncipe Guillermo, en una piscina de LondresGTRES

La piscina del Palacio de Buckingham se mandó construir en 1938, por orden de Jorge VI, después de que las princesas Isabel y Margarita se convirtieran en unas entusiastas nadadoras. Se completó en 1939, poco antes de que se mudaran a Windsor, durante la Segunda Guerra Mundial. El palacio fue alcanzado durante los ataques a Londres en 1940 y una bomba cayó cerca de la piscina, que posteriormente fue reconstruida.
Carlos III aprendió a nadar allí, al igual que sus hermanos. Lady Di también usaba la piscina con regularidad, y los príncipes Guillermo y Harry chapotearon cuando eran unos niños.
A Carlos III no solo le preocupa la temperatura del agua de la piscina. Ha instalado paneles solares en el tejado de su residencia de Clarence House, y en su mansión de campo en Gloucestershire, Highgrove. Además emplea aguas residuales y de baño para regar plantas y flores. Un Rey comprometido.
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