Los Príncipes de Gales, durante la Coronación de Carlos III
El gran error de Guillermo como Príncipe de Gales
Al hijo de Carlos III se le afea su escasa implicación con la cultura, el idioma y el pueblo de esta nación de tres millones de personas, siempre a la sombra de Inglaterra
Carlos III concibió el principado de Gales como algo más que un título o una mera distinción. Su compromiso con esta nación de tres millones de personas, siempre a la sombra de Inglaterra, se materializó desde el día en que se convirtió en Príncipe de Gales, en 1958. Antes de que Isabel II le coronase como tal en una ceremonia oficial, en 1969, invirtió dos meses estudiando la historia, el idioma y la cultura en la universidad galesa de Aberystwyth. En este acto, en el castillo de Caernarfon, pronunció parte de su discurso en un impecable galés.
El Príncipe Guillermo no ha comenzado con tan buen pie, tras asumir el título de Príncipe de Gales, el pasado septiembre, tras la muerte de Isabel II. A los miembros de la Familia Real se les exige cierta medida e imparcialidad a la hora de pronunciarse sobre temas delicados. A priori, el fútbol no sería uno de ellos, pero el hijo de Carlos III no estuvo muy acertado al apoyar a la Selección de Inglaterra, durante un partido contra Gales, en el pasado Mundial. Un gesto delicado que no tardaron en criticar algunos rostros conocidos, como el actor galés Michael Sheen, nacido en Newport.
De momento, no se ha planificado una ceremonia de coronación como la que tuvo su padre en 1969. En ese momento, Carlos se había empapado de la cultura galesa, desarrollando una conexión que persiste hasta el día de hoy. «Carlos había sido el Príncipe de Gales más atento de la historia y Guillermo se está quedando atrás», comenta Huw Thomas, periodista de la BBC. «Tiene mucho trabajo por hacer en términos de la percepción pública de él como Príncipe de Gales», añade.
Coronación de Carlos, como Príncipe de Gales, en 1969
Para ilustrar el importante papel que hizo Carlos III, en su etapa como príncipe de Gales, basta con recordar una anécdota del pasado. Durante un viaje a Japón, entabló una conversación con un ejecutivo de Sony Corporation, que quería abrir una fábrica en Europa. Carlos fue rápido: «Si vas a abrir una fábrica de televisores en Europa, ven y ábrela en mi país, Gales». Esa intervención llegó al corazón de los galeses.
En comparación con el Rey, Guillermo se ha preparado muy poco para su nuevo rol. Quizá su única conexión sea su estancia en Anglesey durante su período como piloto de búsqueda y rescate de la RAF.
También se recuerdan los viajes a Gales en los últimos meses, lo que ayudó a iniciar una campaña de relaciones públicas. En particular, realizó una visita conmovedora a Aberfan, escenario de un deslizamiento de tierra en 1966 en el que murieron 28 adultos y 116 niños.
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