La ruina económica de Concha Velasco

Crece la preocupación por Concha Velasco. Desde hace unos meses, la que fuera Chica ye-yé ha sido protagonista de la crónica social en más de una ocasión por su estado de salud. En su vida siempre ha reinado la discreción, y más ahora que se encuentra alejada del foco mediático y viviendo en una residencia debido a los cuidados específicos que debe recibir y que sus hijos no podían asumir.

A sus 81 años, la actriz volvía a subirse a las tablas de la mano de La habitación de María, una obra escrita por su hijo Manuel que vio ideal para despedirse por todo lo alto de su tan querida profesión. Disfrutó de la interpretación hasta el último momento y, cuando no pudo más, se alejó de los focos, no sin antes dar una entrevista en la que confesó que su situación económica no estaba siendo la mejor. «No me importa decirlo, he tenido que vender todo lo que tenía en mi casa, porque cuando no se cobra hay que hacerlo», confesaba para Deia, dejando claro que la pandemia le había pasado factura en todos los ámbitos.

Concha Velasco inició su carrera en el cine de la mano de La reina mora en 1954, y de ahí al estrellato. Su currículum estuvo marcado por infinidad de filmes, muchísimas obras de teatro y una extensa (y recordada) trayectoria en la televisión. Sin embargo, parece que su sacrificio laboral no le permitió vivir como quiso, hasta tal punto que, incluso, ella misma confesó haber tenido que vender enseres personales para costearse bienes de primera necesidad: «Hace unos días le dije a mi hijo: ‘Hay una cubertería allí, véndela’. Y le dieron 50 euros para que pudiera ir a la farmacia».

¿El motivo de su ruina económica? Según comunicó, todo el dinero que invirtió en los escenarios, tanto que, a fecha de 2021, confesó seguir pagando facturas de focos y decorado. «He invertido en espectáculos todo lo que tenía en época de Paco y no todos han sido rentables (…) En el teatro he sido un poco despilfarradora, pero en la vida privada nunca», sentenció. Y es que, lo cierto es que Concha Velasco siempre ha estado trabajando, nunca ha sido protagonista por sus lujosas vacaciones o por sus caprichos; su nombre siempre ha sonado en la crónica social por su profesión.

Aunque su fortuna siempre ha sido un misterio, se sabe que su marido, Paco Marsó, arriesgo en una serie de espectáculos protagonizados por Concha que supusieron grandes pérdidas, como La Truhana, con una deuda de 265.00 euros o ¡Hello, Dolly! que casi les llevó a la ruina. Además, como informa Chic, la actriz tuvo que arrastrar una deuda fiscal por el pago del IVA entre los años 1996 a 1998, teniendo que acceder a un plan de pensiones del que disponía por importe de 50.000 euros.

La versión de Manuel

Sus palabras crearon tal revuelo que su hijo Manuel se vio en la necesidad de aclarar la cuestión, subrayando que era una forma habitual de hablar y que, si bien la pandemia había azotado fuerte a la cultura, Concha Velasco cobrara bien por su función y sus apariciones televisivas. Asimismo, contaba también con una pensión «fruto de su esfuerzo y de sus numerosos años cotizados». Entonces, la intérprete de Las chicas del cable sentenció que seguiría dedicándose a la interpretación hasta que la salud se lo permitiese y, poco tiempo después, se despidió de ella para vivir una merecida jubilación. De su economía pocos detalles más se conocen, pero tras sus polémicas declaraciones se puso en duda la gran fortuna que debería haber amasado tras más de seis décadas de trabajo.