Los Reyes de Dinamarca con su hijo Christian
El paso al frente de Christian de Dinamarca: 'rey por unos días'
Ejercerá de regente en nombre de su padre, durante su viaje oficial de tres días a Polonia
La importancia del heredero en una Casa Real es capital. Más todavía incluso cuando se trata del hijo de Federico X de Dinamarca, últimamente noticia por otros aspectos que poco o nada tienen que ver con su faceta como Rey. El Príncipe Christian, primogénito del monarca danés, apenas ha necesitado 15 días desde que su padre fue coronado para empezar a tener protagonismo propio.
El primer viaje oficial de Federico, en este caso a Polonia, le obliga a dar un paso al frente. Eso ha hecho que en cierto modo delegue en la figura de su hijo, si bien podría haberlo hecho también en la Reina Margarita, la princesa Benedicta, la Reina Mary o el príncipe Joaquín de Dinamarca.
Tal y como ha conformado la casa real danesa al diario local Billet-Bladet, será el heredero al trono el que cumpla con las atribuciones de jefe del Estado, durante los tres días que va a durar el desplazamiento de su progenitor.
Sobre el papel es algo que suena a una gran responsabilidad, que es real, ya que el Príncipe Christian podrá firmar leyes, celebrar audiencias, así como destituir o nombrar ministros. No obstante, es una quimera que en un espacio tan breve de tiempo lleve a cabo algunas de estas actividades.
El Príncipe Christian y la Princesa Benedicta
En cualquier caso, se trata de un avance importante en la carrera hacia el trono del hijo mayor de Mary Donaldson y Federico X de Dinamarca. Ya se lo avisó su abuela, la Reina Margarita, en el discurso con motivo de su 18º cumpleaños, hace unos meses: «Tu camino en la vida ya está marcado, porque un día seguirás a tu padre, así como él algún día me seguirá a mí. Te conviertes en un eslabón de la larga cadena histórica que ha unido a nuestro país durante siglos».
Dos maneras de afrontar el liderazgo de un Rey y futuro Monarca marcadas por dos generaciones completamente diferentes, pero que se alimentan entre ellas. Así lo dejó claro la madre de Federico: «El príncipe Christian dijo las cosas como eran, eso no se hacía cuando yo era joven. Hoy los jóvenes se atreven a demostrar que ellos también pueden ser inseguros. Esa apertura es una fortaleza que el resto de nosotros debemos admirar y de la que podemos aprender».
El Rey Federico y el presidente de Polonia, Andrzej Duda
Lo cierto es que Christian ha demostrado una madurez impropia para alguien de su edad. Basta con recordar la diferencia de mentalidad respecto a su padre, quien en su último libro recordaba que para él alcanzar la mayoría de edad no fue ni mucho menos algo positivo: «Yo solo quería ser como todos los demás chicos de mi edad. Recuerdo mi cumpleaños número 18 como poco menos que el fin del mundo, tenía la sensación de que todo lo divertido y emocionante se acababa».
La prensa danesa no ha pasado inadvertida la labor que ha hecho el Príncipe Christian desde que cumpliera 18. Destacan de él lo atento que estuvo con su abuela el día de la proclamación de su padre (le acercó el bastón para poder caminar) o su buen hacer en sus estudios académicos.
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