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Palacio Medina Sidonia

Palacio Medina SidoniaTURISMO DE CÁDIZ

Crecen los problemas en el palacio de los Medina Sidonia

En Sanlúcar de Barrameda, se levanta un monumento protegido como Bien Cultural que alberga uno de los mejores archivos privados del mundo y también un cúmulo de procesos judiciales

En el año que acaba de finalizar, los restos de los huracanes que asolaron América, a su paso por España dejaron lluvias y daños considerables en algunos puntos de la península.

Una de esas ciudades fue Sanlúcar de Barrameda en la provincia de Cádiz, donde se sitúa el palacio ducal de Medina Sidonia. Un monumento protegido como Bien Cultural que alberga uno de los mejores archivos privados del mundo y también un cúmulo de procesos judiciales por el reparto de una herencia legítima a los herederos de Isabel Álvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia que nunca ha llegado, como debiera, a su destino por el deseo expreso de la «duquesa roja» de «complicarles la herencia a sus hijos».

Palacio de los Medina Sidonia

Palacio de los Medina SidoniaTURISMO DE CÁDIZ

El palacio gaditano fue reconstruido por la duquesa, que lo heredó en mal estado y ahora es un cúmulo de problemas. El último, la caída de un rayo consecuencia de las tormentas huracanadas que asolaron parte de la península a finales del 2024. Ese haz eléctrico destructor rompió una de las cornisas del palacio y también dejó sin luz y sin internet las instalaciones, con el consiguiente riesgo por el valor de su contenido. Si hubiera habido un incendio, el archivo que contiene hubiera corrido un serio peligro porque, al no estar microfilmado ni catalogado en su totalidad, se hubiera perdido para siempre. Al parecer, tampoco cuenta con las necesarias medidas de seguridad para que eso no ocurra. Al riesgo añadido de las inclemencias climáticas, se une el que no esté exento de desapariciones porque, al parecer según uno de sus propietarios, no hay un registro de su contenido al completo. Si desapareciese algo sin catalogar, algo que ya ha ocurrido en años pasados, nadie se daría cuenta o sí, pero no podría probarlo.

La duquesa roja

La duquesa roja

En alguna ocasión, uno de los tres hijos de la duquesa que aún siguen siendo copropietarios, ha afirmado que recuerda unos dibujos de gran valor, que fueron parte del archivo, y que actualmente no hay constancia de su existencia en los muros del palacio. Ya hubo una denuncia en 1972 por la aparición en el mercado de importantes documentos extraídos sin permiso del archivo del palacio ducal. En sucesivos años se ha ido denunciando la existencia de legajos procedentes del archivo de los Medina Sidonia, sin que se supiese quién los ponía a la venta o en subasta. Las inclemencias meteorológicas y la falta de fondos, para afrontar su conservación en buenas condiciones, pueden estar poniendo en peligro un archivo importantísimo con más de seis millones de documentos y que ha ido gestándose desde la Edad Media. Gracias a Dios, una pequeña parte se conserva en el archivo general de Simancas porque fue donado, en el pasado, por uno de los duques. La responsable actual del archivo es Liliane Dahlmann, presidenta vitalicia de la compleja Fundación que creó Isabel Álvarez de Toledo y en la que hoy, la historiadora alemana como viuda de la duquesa de Medina Sidonia, ocupa ese cargo de forma vitalicia. La Fundación es copropietaria, al 31,8 por ciento, de ese importante archivo que cuenta con varios frentes judiciales abiertos con los herederos de Isabel Álvarez de Toledo, «la duquesa roja» y Grande de España.

Ese importante y extenso cúmulo de legajos está integrado desde 2009 en el Sistema Andaluz de archivos aun así, eso no le salva de un infortunio en las condiciones actuales, de ahí que más de una voz se haya alzado, de momento en la intimidad de los corrillos sociales, que la expropiación del archivo sería la mejor forma de protegerlo dado su valor patrimonial «sería absolutamente necesario, para su conservación, la digitalización total, pero para eso habría que negociar los derechos de copyright de las partes» lo que añadiría otro escollo. El mismo copropietario que abre esa vía, Gabriel González de Gregorio, aporta otra opción «una solución provisional, para protegerlo, sería que el Archivo fuera trasladado físicamente al de Indias en Sevilla mientras se solucionan las cosas y así evitar su dispersión y que los documentos de Vélez, que se encuentran en el Archivo, pudieran volar a Murcia, los de Montalto a Sicilia o los de Villafranca al Bierzo».

Gabriel Gonzalez de Gregorio y Alvarez de Toledo30/90/2015
Sanlucar de Barrameda, Cádiz

Gabriel Gonzalez de Gregorio y Alvarez de ToledoGTRES

Si se acudiese a la expropiación del archivo, los herederos de la duquesa podrían cobrar algo de la herencia legítima, que su madre metió en su integridad en la Fundación Medina Sidonia y que al parecer creó con el fin de dejarles sin herencia y evitar que el archivo permaneciese unido e impedir que se partiese en lotes. Lo más curioso de ese Archivo, es que sigue vivo porque incorpora una sección sobre lo que «ha ocurrido en nuestra generación. Ahí están los documentos que explican por qué perdimos 20 títulos nobiliarios en 1988 o por qué mi hermana Pilar, debería ser marquesa de Villafranca y duquesa de Fernandina y curiosamente, no lo es».

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