Así es por dentro el Palacio de Quintana, el refugio de Pilar Medina Sidonia

Los Medina Sidonia, una de las familias más antiguas y nobles de España, nunca se han destacado precisamente por ser cortesanos. Pilar González de Gregorio, madrileña de 68 años, es la excepción que lleva en su sangre el espíritu indómito de la saga. Escritora, novelista, experta en protocolo y presidenta de la casa de subastas Christie’s durante una década, su vida ha sido una sucesión de múltiples capítulos. Fue musa del diseñador Jan Taminiau y una figura clave en la aristocracia.

Amiga de Agatha Ruiz de la Prada, la que fuera XV duquesa de Fernandina ha pasado por tres divorcios y ha lidiado con batallas legales, como la que enfrentó con su hermano Leonocio por el ducado de Fernandina, que terminó perdiendo a favor de su sobrino Alfonso.

La última guerra de Pilar ha sido con Rosario Bermudo, la hija ilegítima de su padre, nacida en 1950 de una relación con una empleada de la familia. Según lo que ella cuenta abiertamente en ¡Hola!, ella ofreció tierras como acuerdo, pero Rosario no aceptó. «Yo heredé sobre todo propiedades, no veo necesidad de pagar en metálico», dijo, quien decidió recurrir la sentencia de la Audiencia Provincial. Además, explicó que ya ha invertido el dinero en los tribunales, con el apoyo de un aval de su hermano Gabriel.

Eso sí, con la simpatía que la caracteriza, Pilar comparte todo esto en ¡Hola! mientras recorre los enormes salones del Palacio de Quintana Redonda, en Soria, una joya arquitectónica del siglo XVIII que ha sido el hogar de su familia durante 10 generaciones. La hija de Luisa Isabel Álvarez de Toledo, la legendaria duquesa de Medina Sidonia, heredó esta imponente casa solariega de 2.000 metros cuadrados en 2008, tras la muerte de su padre, Leoncio González de Gregorio, quien la nombró heredera universal en su testamento.

Mientras pasea por el palacio, su dueña evoca momentos del pasado, como las visitas de su gran amiga Cayetana, la duquesa de Alba: «Le encantaba esta casa. Vino varias veces, con Alfonso Díez y sin él. Cuando iba a Arbaizenea, paraba aquí e íbamos a coger cangrejos», recuerda con nostalgia. También recuerda con cariño las visitas de la Infanta Elena y hasta de Alfonso XIII, quienes disfrutaban de la naturaleza del lugar y, en ocasiones, de las mismas aguas en las que Pilar y Cayetana solían pescar cangrejos.

Este palacio no es solo una construcción histórica, sino un lugar lleno de vida y recuerdos. Con 10 habitaciones, siete cuartos de baño, un salón de billar y hasta una capilla, ofrece una amplia gama de espacios que lo hacen único. La propiedad, que abarca 14 hectáreas y está rodeada por una frondosa arboleda, también cuenta con una romántica fuente dieciochesca frente al palacio, un toque encantador que acentúa su carácter histórico.

Pilar bromea sobre la «bendición y maldición» de ser dueña de un lugar así: aunque lo considera un «gustazo», también admite que «perjudica la salud y el bolsillo». «Siempre hay algo que arreglar», comenta, refiriéndose al palacio como «el vampiro» que consume tanto tiempo como dinero. Actualmente, está restaurando las lámparas con la ayuda de un talentoso artista local.

Se alquila para eventos

El Palacio de Quintana, además de ser un refugio familiar, ofrece la posibilidad de alquilarlo para eventos, lo que permite generar ingresos para su mantenimiento. Construido en 1757 por Juan Baltasar González de Gregorio y Rodríguez-Carabantes, un noble de San Pedro Manrique, el palacio fue la residencia de un hombre que poseía el mayor rebaño de Soria y era uno de los principales productores de lana de la región.

Hoy, el palacio es un lugar ideal para bodas y celebraciones, con una combinación de espacios interiores y exteriores que garantizan el éxito de cualquier evento, sin importar las condiciones climáticas. Desde su amplio jardín hasta el salón ecuestre, el lugar se adapta a las necesidades de los anfitriones, siempre con el apoyo de un equipo especializado que asegura una planificación personalizada. Además, el catering Mahercatering, con más de 30 años de experiencia y galardonado con premios como el de los 10 mejores platos de la década (Madrid Fusión), asegura que cada evento sea un éxito rotundo.