Así es la espectacular casa de Elsa Pataky en el barrio de Chamberí (Madrid)

Hay quien se va a vivir al otro lado del mundo con un superhéroe de Marvel y aún así conserva su ático en Chamberí (Madrid). Elsa Pataky así lo ha hecho. La actriz, casada con Chris Hemsworth —el mismísimo Thor— vive a tiempo completo en Australia, pero mantiene en la capital un refugio que dista mucho de ser secundario: un ático reformado en uno de los barrios más codiciados y clásicos.

Fue en 2004 cuando la intérprete de Al salir de clase adquirió su primera propiedad en esta zona. Por entonces, no era ni estrella internacional ni embajadora de grandes marcas, pero ya sabía que el verdadero lujo está en conservar el arraigo. Con apenas 60 metros cuadrados, aquel ático era una declaración de fidelidad a sus orígenes. Pataky creció en Chamberí, estudió en el colegio Blanca de Castilla —conocido como «las Damas Negras»— y compartió pupitres con figuras tan dispares como Isabel Díaz Ayuso o Nieves Álvarez.

El tiempo pasó, su carrera despegó, se casó; pero el piso siguió ahí. En lugar de venderlo, Elsa Pataky optó por hacer algo mucho más significativo: ampliar su refugio madrileño. En el verano de 2020, en plena pandemia y con la discreción que caracteriza a los asuntos del matrimonio Hemsworth-Pataky, la actriz formalizó la compra del ático contiguo al suyo. Lo hizo a través de un notario en Barcelona, según reveló Vanitatis, y la operación quedó recogida en un sumario notarial como parte de la reorganización patrimonial del matrimonio. El resultado: la unión de ambas viviendas dio lugar a un ático de 140 metros cuadrados, con una gran terraza y vistas abiertas al barrio de Ríos Rosas.

¿Y qué se ve desde ese escondite urbano? Desde lo alto, Chamberí se despliega como un mosaico de tejados, cúpulas, azulejos y calles con eco. Si el día acompaña —y en Madrid lo hace más veces de lo que parece—, se divisa la sierra de Guadarrama. Hacia el norte asoman las Cuatro Torres, emblema del skyline financiero. Hacia el oeste, el Parque del Canal ofrece su pulmón verde, donde runners, yoguis y paseantes improvisados se cruzan cada mañana. No es Byron Bay, pero tampoco quiere serlo: es el otro paisaje emocional de la actriz.

Barrio burgués, culto y bien conectado —líneas de metro como Quevedo, Iglesia, Alonso Cano o Ríos Rosas lo atraviesan con ritmo metropolitano—, Chamberí representa esa clase de Madrid que combina historia y confort sin estridencias. Es una zona residencial que huele a librerías, a café recién hecho y a portales centenarios con zaguán de mármol.

Sobre la vivienda en sí, apenas han trascendido detalles. Elsa Pataky y Chris Hemsworth —acostumbrados a la exposición pública— han blindado con celo su intimidad cuando pisan suelo español. No hay home tours en revistas, ni planos de la terraza en Instagram. Solo se sabe lo justo: que es luminosa, amplia, elegante, y que sigue siendo su hogar emocional a este lado del mundo.

Aunque en esta zona los áticos reformados superan con facilidad el millón de euros, nunca ha trascendido el precio exacto que pagaron por esta vivienda ampliada. Pero en su caso, más que una inversión inmobiliaria, se trata de un ancla emocional. Cada vez que la intérprete regresa a España —ya sea por compromisos profesionales, campañas publicitarias o simplemente para reencontrarse con su gente— se instala allí, en su refugio de Chamberí. Su última estancia responde, precisamente, a la promoción de Matices, la serie que protagoniza y que se estrena el 5 de junio en SkyShowtime.