Santa María de Caná, la parroquia donde rezan Georgina Rodríguez y sus hijos

Georgina Rodríguez, pareja de Cristiano Ronaldo, siempre se ha mostrado como una mujer de profunda fe católica. La hemos visto en varias ocasiones, en el santuario de Fátima. La última, en junio de 2024, cuando viajó a Ourém, a unos 130 kilómetros al norte de Lisboa, con cuatro de sus hijos. Eva María, Mateo, Alana Martina y Bella eran los encargados de portar las velas y ayudar a su madre a colocarlas en un lampadario. «Sigue guiando e iluminando mi camino, virgencita», escribió Georgina. Siempre que viajan a Portugal para visitar la tierra del futbolista intentar ir al santuario.

La influencer acostumbra a compartir en sus redes estos momentos donde profesa su devoción. Acude a misa los domingos y se ha dejado ver en más de una ocasión en la Parroquia Santa María de Caná, situada en Pozuelo de Alarcón. Acaba de cumplir su 25º aniversario, siendo una de las parroquias más concurridas de la diócesis de Madrid, gracias al carisma de Don Jesús Higueras. Los fieles tienen claro que el secreto del éxito es «don Jesús», a quien describen como un hombre entregado a su comunidad. Cada domingo, unas 7.000 personas asisten a las seis eucaristías que se celebran a lo largo del día. Durante la semana se celebran cuatro misas diarias a las que asisten entre 800 y 900 fieles.

Inaugurada el 11 de diciembre de 1998, el propósito era atender las necesidades espirituales y pastorales de una población en crecimiento. El templo destacó por su diseño moderno y funcional, en el municipio más rico de la Comunidad de Madrid y de España tras registrar una renta bruta media declarada de 85.323 euros, según los datos de 2024.

Además, la parroquia realiza actividades pastorales y sociales. Estas incluyen catequesis para niños, jóvenes y adultos, grupos de oración, retiros espirituales y apoyo a familias en situaciones de vulnerabilidad. También visitan la residencia de ancianos que está cerca de la parroquia.

En el año 2021, Georgina Rodríguez visitó a la Catedral de San Pedro en Jaca, donde agradeció todas las bendiciones de su vida: «Tantas oraciones a tus pies, tantos deseos y lágrimas. Hoy por fin, me reencuentro contigo. Gracias por haber iluminado mi camino y haberme acompañado siempre», escribió junto a una imagen en la que aparece al lado del Cristo de San Pedro.