Juanjo Puigcorbé
Juanjo Puigcorbé cumple 70 años: el actor perseguido por ERC que tuvo que empezar de cero
Actor de peso, político controvertido y figura incómoda, sigue en pie de guerra sobre los escenarios y frente a la cámara
Este 22 de julio, Juanjo Puigcorbé alcanza los 70 años. Podría —como otros de su generación— estar jubilado, meditando en una casa de campo, cuidando bonsáis o rememorando viejas glorias en entrevistas nostálgicas. Pero no. La retirada no entra en sus planes, ni en su guion vital. Y eso que historias no le faltan: actor prolífico, político polémico, voz incómoda. Ha hecho de todo, y casi siempre a contracorriente.
Nacido en Barcelona en 1955, hijo de un ingeniero textil al que perdió siendo niño y criado por una madre que ya tampoco está, estudió Filosofía y Ciencias Físicas antes de entregarse a su verdadera vocación: la interpretación. Se formó en el Institut del Teatre, brilló sobre las tablas con compañías como el Teatre Lliure, y con solo 30 años ya recogía el Premio Nacional de Teatro de la Generalitat. Pronto conquistó la pantalla con títulos clave del cine español como La vaquilla, Mi hermano del alma, Boca a boca, El amor perjudica seriamente la salud o Airbag. En Felipe y Letizia encarnó a Juan Carlos I, y en Sofía, a su padre, Don Juan. Todo queda en familia.
Pero, como buen actor clásico, el drama lo encontró fuera del escenario. En 2015, cambió los focos por los plenos municipales al presentarse con Esquerra Republicana de Catalunya, ocupando un escaño en el Ayuntamiento de Barcelona y un cargo en la Diputación. De actor a gestor cultural. Pero el papel se torció pronto: en 2018, un informe interno lo acusó de maltrato laboral. El veredicto público fue rápido: soberbio, autoritario, tóxico. El partido lo expulsó. Él lo negó todo y, como en una escena mal escrita, amagó con dimitir, pero se quedó hasta el final del mandato.
Puigcorbé nunca se mordió la lengua. En declaraciones posteriores, acusó a sus propios compañeros de orquestar una campaña de desprestigio y manipular datos. «El 93,7% del personal decía estar satisfecho, pero borraron esa parte y se quedaron con tres testimonios anónimos», le explicó a Susanna Griso. No esconde su decepción: pasó de representar a España en la ficción a no tener ni papel secundario en su propia tierra.
Juanjo Puigcorbe y su mujer, Lola Marceli
Y ahí empezó su segundo exilio: siete años sin trabajo en Cataluña, ni él ni su pareja, la actriz Lola Marceli, con quien lleva más de dos décadas de vida y escenario compartido (La Spagnola, El comisario, SMS…). «Mi hija y mi mujer son las mujeres que me rodean», dice con convicción. Su hija, Viena, de 38 años, ha tomado otro camino: es investigadora, prueba de que la vocación en esa familia no siempre pasa por los focos. «Cataluña no absorbe toda su potencia creativa, por eso hay tantos catalanes universales: porque se tienen que ir», sentencia.
Y él también se fue. Madrid lo ha vuelto a acoger. Desde 2023, ha retomado su carrera con fuerza: series como Entre tierras y Sueños de libertad, donde interpreta a Don Pedro, un empresario poderoso, autoritario y cargado de conflictos internos, que ve cómo su mundo —y su familia— se desmoronan de la noche a la mañana. En el cine, ha participado en Escape (2024), dirigida por Rodrigo Cortés, producida por Martin Scorsese y protagonizada por Mario Casas.
A los 70, Puigcorbé sigue trabajando. «Esta profesión te exige ritmo, pero el alma tiene el suyo propio», reflexiona con lucidez. Y aunque haya encarnado a reyes —y no precisamente en comedias—, él se queda con los papeles más íntimos. Su favorito, confiesa, sigue siendo Mi hermano del alma.