Quién es Marisa, la viuda de Javier Lambán que llora su muerte

Javier Lambán ha muerto a los 67 años, apenas cuatro días antes de cumplir 68. A pesar de que su estado de salud no era bueno ya que padecía una diabetes severa, esclerosis múltiple y cáncer de colon, su fallecimiento ha sido prematuro para todos los que le querían. En los tiempos que corren, las redes sociales son una ventana para conocer el lado personal de las personas públicas que deciden mostrarlo y el político era uno de esos que no dudaba en demostrar el amor por su familia. La misma que ahora llora su ausencia con Marisa Lázaro a la cabeza.

Marisa –María Luisa Lázaro Bermejo- era el gran amor de su vida. Se casaron en 1986 y juntos formaron una familia junto a Teresa, su única hija. Discreta pero casi siempre presente, circulan por la red imágenes de ellos en distintos actos en los que ella permanece atenta a él, en la retaguardia, aportando calma a un trabajo tan duro como el de la política. De hecho una de las últimas instantáneas compartidas junto a ella por Lambán es votando durante las polémicas elecciones de julio de 2023.

Pero si por alguien bebía los vientos el que fuera presidente de Aragón, con permiso de su mujer, esas eran sus dos nietas, Vera y Ara, de 3 y 6 años. De las niñas, las pequeñas Vera y Ara, llegó a decir que «militaría en cualquier causa que garantizara su felicidad futura, en cualquiera». Toda una declaración de un hombre fiel a la política que, precisamente dejó escritas estas palabras durante la celebración de cumpleaños de su hija –madre de las niñas- el 15 de agosto de 2023. Justo dos años antes de un final que no por esperado resulta menos doloroso y que coincide en fecha con una celebración familiar.

Durante el tiempo que duró su papel como presidente del Gobierno de Aragón (de 2015 a 2023) la web del Partido Socialista de la comunidad autónoma –Aragón PSOE- tenía una pestaña biográfica en la que el propio Lambán daba algunos detalles biográficos. Más allá de su formación académica, en dicho resumen escrito en primera persona llamaba la atención su sinceridad y cercanía.

«Me confieso decididamente republicano» o «Entre los políticos españoles contemporáneos admiro a Felipe González (con el reparo de su paso por el Consejo de Administración de Gas Natural», son solo algunas de las afirmaciones que dejó escritas quien, a pesar de todo, supo participar con educación en actos con Casa Real, dejando en evidencia que una idea no tiene por qué traducirse en una falta de respeto. Porque así era Javier Lambán, un hombre fiel a sus ideas y al socialismo más saludable, que se caracterizó dentro del partido de Pedro Sánchez por plantar cara a sus políticas, afeándole su actitud con Cataluña desde el primer momento.

Fan y amigo de Joan Manuel Serrat, seguidor del Real Madrid y lector empedernido, Javier Lambán deja un vacío en la política que lamentan compañeros como Ayuso o Feijóo, colegas de partido e ideas como García-Page, y un hueco eterno en su familia en la que Marisa, Teresa, Vera y Ara se enfrentan al difícil aprendizaje de continuar hacia adelante sin él.