Quién es Markus Reymann, el actor alemán convertido en marchante de arte que se casa con Francesca Thyssen

Suenan campanas de boda y lo hacen en uno de los lugares más románticos del planeta: Venecia. Como si estuvieran emulando a Jeff Bezos o George Clooney, Francesca Thyssen desea pasar por el altar en la ciudad de los canales. Y no es casualidad que escoja esta región del Véneto italiano para ello, dado que es donde tiene la sede de la TBA-21 Academy.

Con sede en el Ocean Space de Venecia, el centro se dedica a desarrollar proyectos de colaboración que tienden puentes entre el arte y la ciencia. Un guiño a la pasión que le une al que el próximo jueves se convertirá en su marido, Markus Reymann.

Se conocieron gracias a su amor por los océanos y a esa «convicción de que la creatividad tiene el poder de fundar el mundo», explicó en una entrevista a ELLE la hija del recordado barón Thyssen con su tercera mujer, la modelo neozelandesa Fiona Frances Elaine Campbell Walter.

«Ha alimentado mi insaciable curiosidad, impulsándome a explorar reinos más allá de los límites convencionales», añadía emocionada. «Interactuar con artistas que poseen una creatividad y un intelecto ilimitados ha resultado muy enriquecedor». De aquel momento han pasado ya más de quince años en los que han sabido cómo superar las habladurías que aseguraban que lo suyo era un amor temporal. Dejando atrás este tipo de rumores, la relación se ha consolidado con el tiempo. Tanto que formalizar su unión ante amigos y familiares parecía ser el paso natural a dar.

«Mientras nos preparamos para celebrar nuestra boda este octubre, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento por las cálidas felicitaciones y el amable apoyo que hemos recibido de amigos/as, compañeros/as y de las muchas comunidades de las que tenemos el privilegio de formar parte», anunciaban en un comunicado conjunto publicado en redes sociales. «Pedimos amablemente que se respete la privacidad de la ceremonia y de los eventos relacionados, para que podamos compartir este tiempo en paz e intimidad con nuestros seres queridos».

Pero, ¿quién es él? Se define a sí mismo como codirector de TBA-21 Academy, a la que a su vez se refiere como una organización cultural sin fines de lucro que fomenta el diálogo y el intercambio interdisciplinarios en torno a los problemas ecológicos, sociales y económicos más urgentes que enfrentan nuestros océanos hoy día. Su papel es liderar la colaboración de la Academia con artistas, activistas, científicos y legisladores de todo el mundo, dando lugar a interesantes comisionados que vehiculan entre el arte, la protección de la naturaleza y la política del ecosistema.

Fruto de su trabajo, en marzo de 2019, la Academia inauguró Ocean Space, un nuevo puerto global para la cultura, la investigación y la promoción de los océanos que ubicaron en la restaurada Iglesia veneciana de San Lorenzo y donde posiblemente se casen. Reymann también preside la Fundación Cabeza de Caimán, que fundó y mantiene el Santuario de Peces del Este de Portland y supervisa un laboratorio marino húmedo en Jamaica.

Lo cierto es que la evolución de su carrera parece completamente natural. En una entrevista con Vanity Fair, aseguró: «Crecí en Alemania central rodeado de ciudad y de bosques, y el mar escocés –en el que pasó los veranos junto a su abuela– era tan distinto de todo eso que se quedó a fuego en mi memoria». Conocer un paraje tan distinto a en el que se había criado despertó su amor por el mar y el agua, convirtiéndose poco después en nadador profesional. «Cuando otros iban de fiesta, yo estaba en la piscina. O bien olía a piscina».

Tras abandonar su carrera, probó suerte con la música y la interpretación hasta que conoció a Francesca, a la que define como «alguien extremadamente apasionada por todo lo que hace. Es valiente de un modo contagioso que te empuja a crecer y llegar más lejos».