Antonio Banderas, en la boda de su hija
El brindis de Antonio Banderas en la boda de su hija, en un pequeño pueblo de Valladolid, con las hermanas Obama como invitadas
Stella del Carmen y Alex Gruszynski se han dado el «sí, quiero» en una emotiva ceremonia en el hotel Abadía Retuerta de Sardón de Duero
La relación de Antonio Banderas con la prensa española siempre ha sido excelente y de respeto mutuo. Con la generosidad que le caracteriza, este sábado, el actor malagueño ha querido tener un gesto con todos los fotógrafos y periodistas que esperaban largas horas en la entrada del hotel Abadía Retuerta LeDomaine para cubrir la boda de su hija Stella del Carmen, de 29 años, y el economista Alex Gruszynski, de 28.
Banderas salió del exclusivo complejo, ubicado en el pequeño pueblo de Sardón de Duero, en Valladolid, para saludar sobre las 19.00 horas. A bordo de un coche blanco y vestido de esmoquin, ha aparecido con un copa de champán y muy alegre. Destacó el ambiente familiar y emotivo de la ceremonia, así como la alegría que siente por ver a su hija casarse. Desveló que ha habido «lagrimillas» porque su hija y su yerno se conocen desde hace 25 años. «Ha sido muy bonito, muy emocionante y estamos muy contentos».
También reveló que su hija eligió este lugar, porque él había estado previamente allí con unos amigos: «Habíamos oído hablar de la Abadía Retuerta y me gustó mucho. Y cuando me dijo que se iba a casar, un día, repasando álbumes de fotos, vio la iglesia que se construyó en el siglo XII, ya desconsagrada, y que era una maravilla y de alguna forma estaba en su cabeza», explicó. «Ella quería hacerlo en España de cualquiera de las formas», ha añadido, asegurando que «ha sido un poco el espacio» lo que les había traído hasta aquí. «Contaba con la facilidad como para traer a 200 personas y poder alojarlas sin dificultad». El actor se ha referido a quienes vienen de un viaje muy largo, «como Los Ángeles».
Antonio Banderas brinda con los periodistas
Finalmente, Antonio Banderas ha tenido el gesto de brindar con la prensa y agradecerles su presencia. También dio las gracias a todas las personas que han trabajado en la boda así como a todos los pueblos de la zona que se han portado tan bien. Por otra parte, un vigilante de seguridad ha repartido canapés a los periodistas.
Los invitados han entrado en coche o autobús a las instalaciones del complejo cuya dirección ha tenido que incrementar la seguridad a petición de la Subdelegación del Gobierno en Valladolid, y los trabajadores del hotel no han podido utilizar el teléfono móvil.
Hotel Abadía Retuerta LeDomaine
No hemos visto ni a los novios ni a Melanie Griffith, ni a su hermana Dakota Johnson, o su abuela Tippi Hedren. Hay que tener en cuenta que la familia ha vendido la exclusiva de la boda a la revista ¡Hola!.
Antonio Banderas y Melanie Griffith, con su hija Stella
Entre los invitados también se encontraban Malia y Sasha Obama, las hijas del expresidente de Estados Unidos, según avanza ¡Hola! Las dos hermanas viven en Los Ángeles, donde también residen los novios. Los cuatro comparten círculo de amistades ligado al mundo del arte, la cultura y el cine.
«Muchos de nuestros familiares y amigos van a visitar España por primera vez y estoy segura de que se enamorarán de su magia tanto como yo», admitía Stella hace unas semanas.
Stella del Carmen llegó al altar del brazo de su padre, mientras que a Melanie Griffith la acompañaron Jesse Johnson, hermanastro de Dakota, y Alexander Bauer, fruto del romance de Melanie con Stephen Bauer, su coestrella de la película de televisión She's in the Army Now. Otra de las grandes presencias del enlace es la de la cuñada de Stella, Adaline Gruszynski. Se dedica al mundo de la producción y la dirección creativa. Ha trabajado como productora del podcast Wondros y como directora creativa en Snowcrash, especializada en proyectos de NFT.
La familia Banderas-Griffith ha ocupado la práctica totalidad de las treinta habitaciones de que dispone el hotel Abadía Retuerta LeDomaine, por lo que el resto de invitados se ha tenido que alojar en establecimientos de la zona como al antiguo monasterio de Santa María, a pocos kilómetros en Valbuena de Duero, donde este pasado viernes ya se celebró la fiesta de preboda.