El principio del Génesis, Biblia
Picotazos de historia
Hay cosas serias que triunfan por considerarlas una broma
José María Carulla se impuso el titánico esfuerzo de reescribir la Biblia en verso, pero su obra pronto alcanzó fama por los ripios tan malos que tenía y porque era un soberano tostón
James Ussher (1581-1656) fue arzobispo anglicano de Armagh (Irlanda) y es una de las personas que más pitorreo ha levantado en los últimos dos siglos –antes fue muy respetado– debido a sus estudios cronológicos de la Tierra basados en la Biblia. Previamente ya había levantado cierta polémica al haber demostrado, según él, que Enrique VIII de Inglaterra descendía de Adán por línea rigurosamente primogénita, motivo por el cual la Iglesia de Inglaterra estaba por encima de la de Roma, que había sido fundada por san Pedro, quien venía por línea menos preclara de sucesión.
En 1650 publicó su Annales veteris testamenti, a prima mundi origine deducti donde afirmaba que Dios creó el mundo, exactamente, el 22 de octubre del 4004 a. C. a las 18:00 horas. Esta afirmación fue muy respetada durante el siglo XVII y buena parte del XVIII. En siglos subsiguientes la mofa y befa fue in crescendo, un ejemplo lo tienen en La vida de Bryan en los rótulos introductorios al sermón de la montaña (Sí, sí. El de «los gansos heredarán la tierra» previo a la lapidación).
Aquí, en España, nunca fuimos tan lejos aunque tuvimos a José María Carulla, que se impuso el titánico esfuerzo de reescribir la Biblia en verso.
Inició su obra con:
«En un principio esto era el caos / no había ni aun empleaos. / Y Dios sacó de la nada / la tierra confeccionada. / Formó la Luna y el Sol / en territorio español».
Su obra pronto alcanzó fama por los ripios tan malos que tenía y porque era un soberano tostón. Quedó incompleta la obra por intercesión directa de la Parca.
Ya ven ustedes: «El Hijo de Dios nació en un pesebre, / donde menos se espera salta la liebre».
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