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29 de marzo de 2024

Una copia de José de Ribera de la santa abulense, Teresa de Jesús

Una copia de José de Ribera de la santa abulense, Teresa de JesúsMuseo del Prado

Hace 100 años en El Debate

7 de octubre de 1922: santa Teresa, la primera doctora honoris causa de la historia

Fue la primera santa en recibir este título que se otorgaba a aquellas personas que, en atención a sus excepcionales méritos académicos, científicos o personales, sean acreedoras de tal distinción

El Papa Gregorio XV canonizó a Teresa de Cepeda y Ahumada, santa Teresa de Jesús, el 12 de marzo de 1622 y su festividad pasaría a celebrarse el 15 de octubre. Jerónimo Hernández de Castro, responsable de protocolo de la Universidad de Salamanca, recuerda en su libro Los primeros doctorados honoris causa en España, que el entonces obispo de Salamanca propuso que la conmemoración del III Centenario de la canonización alcanzara la máxima repercusión posible, «contando incluso con la presencia de los reyes y del jefe del Gobierno».
En el marco de la reforma universitaria, en septiembre de 1921 se introdujo un estatuto de autonomía por el que se crea la figura del Doctorado Honoris Causa, que sustituye a otros reconocimientos honoríficos anteriores, como la imposición de borlas e insignias, y el procedimiento para su concesión por el Claustro.
Poco después de la entrada en vigor de aquel estatuto se inició el primer procedimiento para la concesión de un Doctorado Honoris Causa. La santa sería, además, la primera mujer propuesta en España. Así lo describe Alberto Navarro González, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Salamanca, en su lección inaugural del curso 1982/1983 en Ávila, en el IV Centenario del fallecimiento de santa Teresa:
«El 10 de enero de 1922, el obispo de Salamanca, doctor de Diego y Alcolea, dirigió al rector y claustro de la universidad una petición en la que solicitaba que la universidad proclamara que santa Teresa de Jesús era acreedora a ostentar en su imagen los emblemas doctorales. En la sesión de claustro ordinario celebrada el 4 de marzo del mismo año, bajo la presidencia del vicerrector, Miguel de Unamuno, tras oír el dictamen de la comisión de claustrales leído por el profesor de literatura, doctor García Boiza, se acordó conceder por aclamación a la santa el título de doctora honoris causa de la universidad».
El Debate informaba del acto académico de investidura celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca el 6 de octubre de 1922. Años más tarde, el 27 de septiembre de 1970, el Papa san Pablo VI la nombraría la primera Doctora de la Iglesia Católica. El acto fue presidido por los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Contó con las intervenciones del rector, Luis Maldonado de Guevara, quien justificó en su emotivo discurso las razones de la concesión y manifestó su satisfacción porque «la gloriosa Universidad de Salamanca empezara el ejercicio de su régimen autonómico con la concesión del título de doctor honoris causa a nuestra gran compatriota».
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