14 de junio de 1923: la construcción de un «templo internacional» al Corazón de Jesús

El corresponsal de El Debate en Roma informaba de que comenzaba la segunda reunión del comité promotor del templo internacional al Sagrado Corazón de Jesús, cuya misión era «el deseo y la esperanza de la pacificación social y religiosa, de que es el Corazón de Jesús custodio divino, fuente perenne y luz inextinguible». El comité aseguraba que su acción sería «fervorosa, incansable y confiada en la gracia divina».

Asimismo se indicaba que el Pontífice había enviado al cardenal vicario una carta en la cual elogiaba la iniciativa de levantar un templo votivo al Divino Corazón después «del azote de la guerra, como para recoger amorosa y sinceramente las voces de los hombres, todas sus lágrimas y todas sus aspiraciones hacia un porvenir más sereno de paz, de dulzura y de fraternidad universal».

El Papa continuaba diciendo que el nuevo templo, «surgiendo en la tierra privilegiada de los mártires y de los apóstoles», sería ofrecimiento de expiación y de propiciación del mundo entero. Para terminar, mostraba su satisfacción por haberse inaugurado una cripta, «ya frecuentada por los fieles», con el propósito de la Unión Católica Italiana de mantener una adoración cotidiana. Y animaba a los católicos a «dar su óbolo un día de este mes en favor de la obra».