Huesos encontrados en el Palacio de Hernán Cortés
Sorpresa en el Palacio de Hernán Cortés: la tumba de un monje español ha resultado ser de una mujer azteca
El análisis antropológico corrige el error histórico y los restos atribuidos al franciscano Juan Leyva que sirvió a la esposa del conquistador español, pertenecen a una mujer prehispánica
Durante 50 años, los visitantes del Palacio de Hernán Cortés, en Cuernavaca (México), podían observar en la entrada norte del edificio una curiosa tumba que, según una cédula de enterramiento, pertenecía a un monje español. Sin embargo, un reciente estudio de la osamenta, que yace bajo el recinto, ha revelado que en realidad corresponde a una mujer de la tribu azteca tlahuica, según ha informado el Instituto de Antropología e Historia (INAH) de México.
Los restos óseos del supuesto monje español fueron hallados por el arqueólogo Jorge Angulo durante las excavaciones realizadas entre 1971 y 1973. Se trataba del monje Juan Leyva, quién sirvió a Juana de Zúñiga, marquesa del Valle de Oaxaca, durante su estancia en el palacio. Al no encontrar en la tumba ninguna ofrenda que se pudiese asociar a las costumbres de ritual prehispánico, la osamenta hallada debajo del recinto acabó siendo designado al monje español.
Además, otros datos arqueológicos y documentales apuntaban hacia Juan Leyva: sus restos fueron localizados en la portería de la «casa vieja», donde las fuentes históricas señalaban la inhumación del religioso y el enterramiento estaba asociado una jamba decorada con la flor de cuatro pétalos característica de la última etapa constructiva del siglo XVI.
De esta manera, la cédula que acompañaba la ventana arqueológica por la que se podía observar la tumba, rezaba: «Entierro encontrado in situ de un hombre con las vértebras deformadas. Tradicionalmente se afirma que puede tratarse del monje Juan Leyva, que sirvió a la Marquesa doña Juana de Zúñiga de Arellano, esposa de Hernán Cortés y residente de este palacio». Aunque al final de la cartela se podía leer que «por el tipo de postura puede tratarse un entierro indígena».
Corregir el error histórico
Tras el violento terremoto de 2017, especialistas del INAH llevaron a cabo diversas obras de renovación del palacio en las que se incluyó una nueva investigación para aclarar los interrogantes que rodeaban la inhumación. A los antropólogos físicos Pablo Neptalí Monterroso Rivas e Isabel Bertha Garza Gómez les resultaba extraño «el hecho de que a un clérigo lo hayan enterrado fuera de su comunidad, aún más que su sistema de enterramiento tampoco se asocie con los cánones católicos de la época».
Según han explicado en un comunicado del INAH, la sepultura «está más relacionado con un entierro prehispánico, que bien podría pertenecer a la época de contacto o anterior, puesto que se trata de un enterramiento primario, directo e individual, con un espacio de inhumación rellenado y recubierto por grandes rocas; la posición se observó en decúbito lateral sobre el costado izquierdo, con las extremidades flexionadas hacia la región torácica».
Entierro del Palacio de Cortés es de una mujer tlahuica
El análisis en detalle del contexto arqueológico ha desvelado que se trata de una sepultura ofrendada a la clausura de la Etapa III (1450-1500 d.C.) del lugar. «Por ello, no contiene elementos asociados y su posición, frente al acceso norte, estaría sellando el espacio», han valorado los investigadores. Según el estudio antropofísico de los restos realizado in situ, el cadáver es el de un individuo femenino de entre 30 y 40 años: «La observación craneal señala a un sujeto grácil sin inserciones musculares prominentes (...); de igual forma, la pelvis es claramente femenina. Esto se contrapone al hecho de que se trate del monje de Juan Leyva».
A pesar del señalamiento de «vértebras deformadas», no se observaron enfermedades en el esqueleto, cuyo húmero (de 276 milímetros) fue utilizado para valorar la estatura aproximada de esta mujer, que debió ser de 1,47 metros, según explica el INAH. Asimismo, existe una marca ligera de modificación cefálica intencional, «la cual podría señalar un tipo craneano tabular erecto, lo que también le asociaría a grupos prehispánicos, posiblemente al tlahuica», señalan los expertos.
Tras la reapertura del Palacio de Hernán Cortés, convertido en el Museo Regional de los Pueblos de Morelos (MRPM), el texto que acompaña a la osamenta ahora señala que el entierro perteneció a una «Mujer Tlahuica».