Erigido en el año 315 d.C., este arco del triunfo conmemora la victoria de Constantino sobre Majencio en el Puente Milvio. Aunque incorpora relieves de épocas anteriores (adrianea, aureliana y trajana), su temática principal expresa un nuevo tipo de legitimidad: el emperador victorioso por voluntad divina. En la inscripción podemos leer: «Al emperador César Flavio Constantino, el más grande, pío y bendito Augusto: porque él, inspirado por la divinidad, y por la grandeza de su mente, ha liberado el estado del tirano y de todos sus seguidores al mismo tiempo, con su ejército y solo por la fuerza de las armas, el Senado y el pueblo de Roma le han dedicado este arco, decorado con triunfos».