
Hubert Germain (Foto de archivo)
Obituario
Macron despide con todos los honores al último héroe de la Resistencia
Según lo dispuesto por el general De Gaulle, Hubert Germain (1920-2021) será inhumado hoy en una tumba específica del Monte Valérien, lugar de conmemoración de la Resistencia
El 16 de noviembre de 1940, el general Charles de Gaulle, jefe de la Francia Libre, creó la Orden de la Liberación para recompensar a todos aquellos que se distinguieran con especial valor en la lucha contra el ocupante alemán, tanto desde dentro como desde fuera del país.
En otras palabras: una dignidad destinada a la élite de la Resistencia. Al final, el número de agraciados a título individual ascendió a 1038, entre los que destacan los ex primeros ministros Jacques Chaban-Delmas y Pierre Messmer, el Premio Nobel de Medicina François Jacob o el famoso novelista Romain Gary; y, a título excepcional, personalidades extranjeras como el rey Jorge VI o su primer ministro Sir Winston Churchill.
De Gaulle dispuso, asimismo, que el último Compañero fallecido fuera inhumado en una tumba específica del Mont-Valérien, principal lugar de conmemoración de la Resistencia, situado en las alturas de París. Este honor ha correspondido a Hubert Germain, fallecido el pasado 12 de octubre a los 101 años de edad: hoy, el presidente Emmanuel Macron presidirá la solemne ceremonia itinerante que dará comienzo en el Arco de Triunfo.

Los méritos que convirtieron a Germain en concesionario de la Orden de la Liberación hunden sus raíces en el 24 de junio de 1940. Aquel día, menos de una semana después del famoso llamamiento de De Gaulle en la Bbc, Germain, tras rechazar el armisticio del mariscal Pétain y sin haber cumplido 20 años, se embarcó junto a tres amigos rumbo a Gran Bretaña para unirse a la incierta aventura del joven general. Allí recibió una rápida formación de marino de guerra, si bien terminó sirviendo en las tropas terrestres.
Su entrada en combate se produjo en septiembre de 1941 durante la Campaña de Siria, donde tuvo que enfrentarse a sus compatriotas que estaban al servicio del régimen de Vichy. Germain permaneció más de dos años en Oriente Medio, sobresaliendo en el combate de Bir Hakeim (Libia), episodio heroico -celebrada por el mismísimo Churchill- de las Fuerzas Francesas Libres que facilitó la tarea de las tropas británicas de cara a las dos batallas de El Alamein, en las que Germain también tomó parte.
Una vez derrotados en el desierto los ejércitos del Eje, pasó a Italia -fue herido cerca de Monte Cassino- antes desembarcar en Provenza y de contribuir a la expulsión del enemigo del territorio galo, fin último de su compromiso y causa de su inclusión, en el otoño de 1944, entre los Compañeros de la Orden de la Liberación.
De las armas a las cuentas: a partir de 1946, Germain se desempeñó como ejecutivo en varias empresas hasta que Messmer, su jefe en la guerra, le llamó en 1960 para ser su asesor aúlico en el Ministerio de Defensa, convenciéndole para presentarse, con éxito, a las elecciones legislativas dos años más tarde.
Diputado discreto y de fidelidad incondicional al gaullismo, cobró cierta relevancia en 1972 al ser nombrado ministro de Correos y Telecomunicaciones en el Gobierno encabezado por Messmer, antes de asumir, dos años más tarde, la cartera de Relaciones con el Parlamento, frecuentemente atribuida en Francia a un masón, condición que nunca negó.