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Paracaidistas rusos, durante un ejercicio conjunto de las fuerzas armadas de Rusia y BielorrusiaAFP

Crisis Ucrania-Rusia

Rusia manda al Ejército al Donbás bajo el pretexto de «mantener la paz»

Tras el reconocimiento, por parte de Moscú, de la soberanía de Donetsk y Lugansk, el Kremlin manda tropas al frente

El reconocimiento ruso de las provincias de Donetsk y Lugansk ya es un hecho. Este anuncio, por parte del Kremlin, que ya ha firmado una resolución donde reconoce la independencia de estas dos «repúblicas populares», abría el camino a una posible intervención militar rusa.
Moscú ha anunciado que mandará tropas rusas a la región en disputa en una misión para el «mantenimiento de la paz». En el decreto firmado por el presidente ruso, Vladimir Putin, se establece que «hasta la conclusión de un acuerdo (...) –sobre amistad, cooperación y asistencia mutua–, se mantendrá la implementación de las Fuerzas de la Federación de Rusia en el territorio de la República Popular de Donetsk y Lugansk en funciones de mantenimiento de la paz».
En este mismo texto se hace efectivo el reconocimiento de estas dos provincias «como estados soberanos e independientes» y se justifica la decisión, ya que, según el Kremlin, es la «expresión del pueblo» y culpa a Ucrania de no llegar a una «solución pacífica del conflicto de conformidad con los Acuerdos de Minsk».
Los Acuerdos de Minsk de 2014, bajo el auspicio del Cuarteto de Normandía –Polonia, Francia, Alemania y Rusia– , establecían un alto el fuego en la región del Donbás, la celebración de elecciones locales y la promesa por parte de Kiev de modificar la Constitución para conceder una mayor autonomía a las provincias de Donetsk y Lugansk.
Ucrania ha calificado las acciones rusas como «una violación de la soberanía y la integridad territorial de nuestro Estado». Su presidente, Volodímir Zelenski, ha señalado que el reconocimiento ruso «socava los esfuerzos pacíficos y destruye los formatos de negociación existentes» y ha recriminado a Moscú que «un país que ha apoyado la guerra durante ocho años no puede apoyar la paz como afirma».
La tensión en Ucrania estos meses no ha hecho más que aumentar ante la acumulación de soldados rusos en las fronteras con este país del este de Europa. Estados Unidos incluso llegó a indicar el día en que se produciría la invasión rusa, el pasado 16 de febrero.
Al contario de lo publicado por la inteligencia estadounidense, el «día D» Rusia anunciaba la retirada de sus tropas en Bielorrusia y daba alas a una posible desescalada en el conflicto ucraniano. Pero tanto los países europeos como Estados Unidos seguían manteniendo que esa retirada no se estaba produciendo, y que, además, se estaban acumulando aún más soldados en las lindes. Por lo que la idea de una invasión era cada vez más factible.
Finalmente, el escenario más probable, el reconocimiento de Donetsk y Lugansk por parte de Rusia, se ha llevado acabo la noche de este lunes, tras la firma de un decreto que abre la posibilidad de la llegada de efectivos militares rusos al Donbás, zona en disputa desde 2014 con el Gobierno de Kiev.
Decisión que el propio Putin ha comunicado, ayer por la tarde, al presidente de Francia, Emmanuel Macron, en una llamada telefónica, y que complica la cumbre con su homólogo estadounidense, Joe Biden, prevista para este domingo. Desde la Casa Blanca ya advertían de que la reunión tendría lugar si Rusia «no invade Ucrania».
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ante los nuevos acontecimientos que sacuden a este país de Europa del Este, ha ordenado que el personal diplomático, trasladado previamente desde Kiev a Leópolis –al oeste de Ucrania– pase la noche en Polonia.
Asimismo, Estados Unidos, Alemania y Francia ya han anunciado que el reconocimiento de la independencia de las regiones rebeldes del este de Ucrania «no quedará sin respuesta». Los líderes de estos países han acordado que «harán todo lo que esté a su alcance para evitar una mayor escalada de la situación».