Las dos hijas de Vladimir Putin
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Vástagos y bastardos, los hijos sin rostro de Vladimir Putin
El presidente de Rusia podría tener un total de seis hijos, de tres mujeres distintas
Vladimir Putin siempre insistió en que su única prioridad es Rusia. El líder del Kremlin llegó a describirse a sí mismo, como «esclavo» del país, mientras que su portavoz, Dmitry Peskov, argumentaba que «trabaja tanto» que carece de vida personal.
Pero, a sus casi 70 años de edad, la realidad demuestra que el ex agente de la extinta KGB, sí tiene vida privada y al parecer, bastante más intensa de lo que muchos imaginaban.
Putin estuvo casado durante tres décadas y en ese tiempo no fue inmune a rumores de deslices amorosos. También le adjudicaron una larga serie de entusiastas amantes.
Aunque oficialmente solo tiene dos hijas, ya adultas, los medios independientes aventuran que podría haber engendrado hasta seis vástagos en total, con tres mujeres distintas.
La conclusión de varias investigaciones independientes, y de noticias de medios desde entonces prohibidos en Rusia, es que Putin tuvo al menos dos affaires durante su matrimonio con Lyudmila Shkrebneva.
Entonces, ¿Cuántos hijos tiene Putin en total? Se sabe al menos que Shkrebneva, de la que se divorció en 2014, dio a luz a dos hijas «Putinas», María y Yekaterina, pero sus demás (hipotéticos) descendientes ilegítimos están envueltos en misterio e incertidumbre.
María Putina, la hija mayor
Su identidad está confirmada, aunque rara vez aparece en público. María Vladimirovna Putina es la hija primogénita del presidente de Rusia, y nació en abril de 1985.
Amante de las ciencias, es endocrinóloga y ostenta una larga carrera médica, focalizada en el enanismo, condición sobre la cual es experta.
María Putina, primera hija legítima de Vladimir Putin
Es ella quien podría haber hecho a Putin abuelo; estaría casada con un hombre de negocios holandés, Jorrit Faassen, con quién fundó una familia. La celosa protección de la privacidad de sus hijas por parte del jerarca ruso impide que está información se pueda confirmar.
De hecho, el aspecto de las dos hijas legítimas de Putin es relativamente secreto, ya que apenas existen fotos suyas, y mucho menos de su infancia.
Yekaterina Tikhonova, la rebelde
La segunda hija de Putin, que tiene 33 años, prefiere utilizar el apellido de su abuela materna, 'Tkhonova'. Primera señal de rebeldía, en una mujer ligeramente más desafiante que su hermana mayor.
Se hace llamar 'Katerina', y empezó su vida profesional como bailarina de Rock’n’Roll. Ahora, sin embargo, es científica, y lidera una nueva iniciativa de inteligencia artificial rusa. Posee un doctorado de la Universidad de Moscú, tras completar una investigación centrada en ayudar a los astronautas a orientarse en malas condiciones.
Y aunque antaño estuvo casada con el multimillonario ruso Kirill Shamalov, Katerina vuelve a estar soltera, aunque se sospecha que mantiene una relación amorosa con un bailarín ucraniano.
Luiza Rozova, la tercera hija «secreta»
En 2020, los periodistas de investigación del medio ruso Proekt publicaron que una mujer llamada Svetlana Krivonogikh alumbró a una hija ilegitima de Vladimir Putin.
Svetlana Krivonogikh, que trabajaba limpiando tiendas a tiempo parcial, se convirtió de la noche a la mañana en propietaria de un lujoso resort de esquí cerca de San Petersburgo, y viviendas de élite en Mónaco. Adquirió también, de manera misteriosa, una acción muy lucrativa en uno de los bancos asociados con el Kremlin.
(El medio de investigación periodística Proekt fue declarado «organización no deseada», y actualmente trabajar para ellos acarrea una pena de seis años en prisión).
El presunto romance entre Putin y Svetlana resultó en el nacimiento de la «hija secreta» del presidente, tercera en su descendencia.
Elizaveta «Luiza» Rozova, presunta hija ilegítima de Vladimir Putin
Elizaveta Rozova, de apodo 'Luiza', tiene 18 años, es estudiante, y trabaja como diseñadora de moda y DJ. Gozaba también de más de 100.000 seguidores en la red social Instagram, donde compartía imágenes de su propia marca de ropa. Tuvo que borrar su cuenta cuando empezaron los rumores sobre su familia.
A pesar de que no se ha confirmado ningún parentesco entre la joven y Vladimir Putin, el parecido físico es abrumador. Incluso la propia Luiza reconoce una semejanza entre ambos; admitió, en declaraciones a la versión rusa de la revista GQ, que «probablemente» se parece «a un joven Putin».
Este último niega con vehemencia cualquier relación familiar, o adulterios con la madre. Al publicarse los alegatos en 2021, el portavoz del Kremlin rechazó la hipótesis, que tildó de «poco convincente» y «sin fundamento».
Los niños escondidos en Suiza
La supuesta relación de Putin con Svetlana Krivonogikh terminó a la vez que empezaron a emerger rumores de un romance con la exgimnasta Alina Kabaeva, de 38 años.
En 2008, el periódico Moskovsky Korrespondent publicó que el líder del Kremlin quería divorciarse de su mujer, Lyudmila, para contraer matrimonio con Kabaeva, «la mujer más flexible de Rusia».
Desde entonces, Rusia considera a Alina Kabaeva su «primera dama secreta», y muchos piensan que tuvo cuatro hijos más con el exagente del KGB.
El periódico suizo SonntagsZeitung informó de que Kabaeva había dado a luz a un niño en 2015, en una exclusiva clínica cerca del lago Lugano. Según el mismo medio, alumbró a otro retoño más en el mismo lugar, en 2019. Las versiones se contradicen: los periódicos angloparlantes Sunday Times y Wall Street Journal alegan que en realidad tuvo a un par de gemelas en Moscú, en 2019.
«Alina tiene a dos niños pequeños, y a dos hijas gemelas con Putin, y todos nacieron en Suiza. Todos ellos tienen el pasaporte suizo, e imagino que ella también», comentó una fuente al tabloide americano Page Six.
El Kremlin sigue negándolo todo. En 2015, el portavoz del jerarca declaró que «la información del nacimiento de un bebé engendrado por Vladimir Putin no corresponde con la realidad».
Pero así es la naturaleza de Putin, un padre que opina que la mejor manera de proteger a sus hijos es escondiendo su identidad. Nunca nombró a sus dos hijas adultas en público. Por eso, no es probable que la especulación vaya a cesar pronto.
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