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18 de abril de 2024

El presidente chino Xi Jinping durante su intervención en Davos

El presidente chino, Xi Jinping, durante su intervención en el Foro Económico de Davos 2022AFP

El proyecto chino de país y su 'sprint' por la hegemonía

Durante la pandemia de la covid 19 de 2020, China vio crecer su riqueza. Al terminar ese año, la economía del gigante asiático fue la principal del G20 con rendimiento positivo, el 2,2 % de incremento del PIB. Ahora se enfoca hacia su centenario como República Popular en el año 2049.
La prensa nativa ha dado un nuevo significado a las cinco estrellas de su bandera, que ahora son la innovación, la revolución verde, la estabilidad interna, la proyección internacional y el liderazgo del presidente Xi Jinping; antes representaban al Partido, la estrella más grande, y a las clases sociales.
En ese contexto, Xi Jinping propuso un pasaporte sanitario mundial, basado en códigos QR. Insistió en la «globalización económica inclusiva», sin políticas proteccionistas o unilaterales que obstaculicen las exportaciones chinas.
Las autoridades subrayan sus avances en Inteligencia Artificial (IA) y 5G. Además, impulsan una aceptación mundial de las monedas digitales emitidas por los bancos centrales, especialmente la suya, el yuan digital, experimental desde 2014 y emitida por el Banco Popular de China, que no es una criptodivisa como bitcoin, sino una moneda controlada por el Estado.
Como es sabido, en la Quinta sesión Plenaria del XIX Partido Comunista de China (PCCh) sus 400 delegados abordaron el Plan Quinquenal y la Visión 2035. El PCCh informó que superaba los 91 millones de miembros en 2020, aunque hay preocupación por los masivos abandonos del partido, muchos cautivados por el movimiento de renuncia «Tuidang», inspirado por los seguidores de la práctica prohibida Falun Gong.

Planes quinquenales

Desde 1953, los Planes Quinquenales de China han sido el documento rector que señala la dirección de la política estatal para el desarrollo económico y social del país.
El plan nacional proyectado señala la antesala del centenario de la República Popular China (2049) y es un marcador clave del proyecto de rejuvenecimiento nacional del Partido Comunista Chino para construir un país «fuerte, próspero y armonioso».
La innovación, la ecología y otros conceptos centrales de la nueva fase de desarrollo chino están condensados en la Visión 2035 (2021-2035). El lema de esta nueva hoja de ruta a mediano plazo es la «modernización socialista».
En términos económicos, el PCCh se jacta de haber sacado de la pobreza, sólo en el último lustro, a más de 75 millones de habitantes rurales y de haber generado más de 60 millones de empleos urbanos. Además, para un país donde a mediados del siglo XX el analfabetismo superaba el 80%, hoy proclama el Partido que más de la mitad de la población tiene educación universitaria.
Este 14° Plan Quinquenal se ordena en torno a una serie de objetivos generales:
1.- Pasar del crecimiento de alta velocidad a un crecimiento de alta calidad, impulsando la economía del conocimiento mediante la innovación y los avances tecnológicos. Pekín continúa la transición de la producción de bienes de baja tecnología barata a la producción de bienes de alta gama y especializados, y fomenta la transición a la autosuficiencia tecnológica.
También se plantean la promoción de sectores de última generación, las industrias inteligentes y la ecología. Aunque el sector primario mantiene un peso importante en la economía, emplea a la cuarta parte de la población ocupada, pero su participación en el PIB disminuye anualmente.
2.- Perfeccionar su sistema financiero y volcarse en la inversión doméstica; ampliando la demanda local, sin descuidar sus mercados de exportación. En la última década China viene reconvirtiendo su matriz productiva hacia el consumo e inversión domésticos.
Según Pekín, los chinos son hoy una «sociedad modestamente acomodada». En el campo de la exportación algunos bienes fueron denunciados por perjudiciales, como alimentos para bebés y para mascotas y pasta de dientes, según John Nania, editor en jefe de la publicación de oposición La Gran Época.
China se pone como objetivo para 2035 duplicar su PIB para alcanzar a los países desarrollados en términos de renta per cápita, que el año pasado fue de 10.451 € mientras que la de Estados Unidos alcanzó los 58.527 €. Esto supondría un crecimiento anual medio chino de casi el 5 % en los próximos 13 años. El año 2021 fue del 8,1 %.

La carrera por la hegemonía

Xi Jingping quiere centrar sus estrategias en la innovación, buscando la independencia tecnológica, bajo el lema «China Digital», y la autosuficiencia como pilares del «capitalismo con características chinas», como expresó el propio Xi, para «prevenir y disolver los riesgos ocultos y responder activamente a los efectos y los desafíos que plantean los cambios en el entorno externo».
En el nuevo discurso chino ha entrado la ecología, con una serie de planes ambiciosos de desarrollo y con baja huella de carbono para alcanzar un máximo de emisiones de CO2 en 2030 y llegar a la neutralidad en 2060, como señaló Xi Jinping en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2020.
Es un cambio de ruta cuando han estado contaminando el aire, el agua y el suelo. Hay cientos de pueblos en China donde muchos lugareños padecen cáncer. La contaminación por metales pesados y otras formas de polución han vuelto tóxico el suelo en bastantes lugares y tampoco son raros los territorios donde el agua no es potable.

La balanza energética

Además, la balanza energética china depende mucho del carbón, cuyas reservas son las segundas mayores del mundo después de Rusia. En 2020 el 56,8 % del consumo de energía primaria del país (exceptuando la biomasa) provino del carbón. Ese mismo año, el petróleo cubrió menos del 19% de la demanda energética del país.
China espera superar para 2035 a EE. UU. como primera economía global en todas las métricas. El modelo de «doble circulación» es su nueva estrategia para el fortalecimiento de los mercados nacionales e internacionales estimulando pautas de consumo sostenibles y a largo plazo protegerse contra las conmociones externas y la inestabilidad del medio ambiente mundial.

El liderazgo de Xi Jinping

Para poder seguir avanzando, China se proyecta hacia afuera como un actor preeminente, intentando no provocar la desconfianza del resto de los actores, conscientes del creciente perfil de China en los asuntos internacionales y su papel principal en la cadena de suministro mundial.
China ha firmado más de 200 instrumentos de cooperación con 138 países y 31 organizaciones internacionales. Sólo la iniciativa de la Franja y la Ruta cubre casi 3.000 proyectos en marcha donde participan unas 2.700 empresas.
Esta iniciativa ha sido calificada de neocolonialismo por algunos gobiernos occidentales, al usar la diplomacia-trampa de la deuda que China impone para financiar esos proyectos de infraestructura. India también ha criticado el corredor chino-paquistaní, temiendo por su soberanía e integridad.
Estados Unidos, de forma más global, considera que el PCCh está librando en silencio una guerra de espionaje contra ellos, a través del llamado poder blando, y la piratería.
Tanto el 14° Plan Quinquenal como la Visión 2035 sirven para consolidar el plan político de Xi Jinping, cuyo segundo mandato terminaba en 2022 pero, gracias a la eliminación de las restricciones a la reelección que había conseguido Deng Xiaoping, podrá continuar gobernando durante más tiempo. Dos pilares, estabilidad interna e influencia externa, permitirán a Xi alzarse como la figura política china más poderosa desde Mao Zedong.
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