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29 de marzo de 2024

La víctima, Alika Ogorchukwu, y una imagen de su asesinato, a manos de un italiano y en plena calle

La víctima, Alika Ogorchukwu, y una imagen de su asesinato, a manos de un italiano y en plena calleTwitter / @nidcom_gov

Conmoción en Italia por el asesinato a golpes de un nigeriano que pedía limosna y al que nadie defendió de la agresión

La sociedad italiana y toda su clase política, indignados por el asesinato del mendigo Alika Ogorchukwu, a plena luz del día y ante testigos pasivos

La embajada de Nigeria en Roma confirmó la cruda noticia que escandalizó a toda Italia: un hombre de origen nigeriano, de 39 años de edad, fue golpeado hasta morir en las calles de Citanova Marche, en la provincia de Macerata. La víctima, un inmigrante llamado Alika Ogorchukwu, era padre de dos hijos. El asesino, un italiano de 32 años que lo mató a golpes en plena calle, se llama Filippo Ferlazzo, y se encuentra bajo custodia policial.
Descrito como «un asesinato brutal», el comunicado de la embajada explicó como el incidente ocurrió «en una calle llena de gente, frente a mirones desconcertados. Algunos incluso grabaron el ataque, pero no intentaron frenarlo».

Pedía limosna en las tiendas

En declaraciones al periódico italiano Corriere Della Sera, Elena, pareja del asesino, explicó que su novio sufría de problemas psiquiátricos. A menudo, mostraba brotes de agresividad e ira.
Según relató la mujer, ambos se encontraban de compras cuanto Ogorchukwu entró con una muleta en el local para mendigar dinero. Acostumbraba a hacerlo por esa zona, de manera bastante ruidosa. Detuvo a la pareja y tomó a Elena del brazo mientras les pedía una limosna.
«No pasó nada, lo aparté sin problema y no me molestó en absoluto. Seguimos nuestro camino hacia una tienda de ropa», explicó la mujer. Sin embargo, su pareja se tomó como un agravio la acción del pedigüeño y se lanzó a por él.
Mientras ella se adentraba en un local diferente, Ferlazzo volvió a la calle a buscar al mendigo, y le pegó la paliza que acabaría con su vida.
«Lo vi volver hacia mi con un móvil en la mano que no era suyo. Estaba manchado de sangre. Le dije: Filippo, ¿Qué has hecho?. Me respondió, bajito, al oído: 'Vámonos, he pegado a alguien'», explicó Elena, que asegura que su pareja «ha arruinado la vida de ambos».
Según muestran los vídeo grabados por los testigos, el agresor sujetó a Ogorchukwu contra el suelo mientras le asestaba puñetazo tras puñetazo. Durante el forcejeo, el asesino se valió de la muleta de la víctima para golpearle más fuerte y terminó por matarlo en plena calle, a plena luz del día y con testigos.
El vídeo, grabado por alguien que no intervino, también muestra a un hombre vestido con un polo blanco y paseando a su perro, que primero observa el ataque, y luego se sienta en un banco cercano, dando la espalda al asesino y a la víctima sin hacer nada al respecto.
Esta indiferencia suscitó la polémica, y una denuncia por parte de Enrico Letta, líder del Partido Democrático que forma parte de la coalición gobernante: «Brutalidad sin precedentes. Indiferencia total. No se puede justificar», publicó el político a través de su cuenta de Twitter.
Las autoridades no tardaron en arrestar al hombre de 32, autor de lo que califican como un ataque indiscriminado y racista. Las redes ya han vuelto a llenarse del hashtag «black lives matter» («las vidas negras importan»).

Protestas que piden justicia

Como acto de protesta por el asesinato de Alika Ogorchukwu, cientos de personas pertenecientes a la comunidad nigeriana salieron a las calles de Citanova Marche para exigir justicia.
No fueron los únicos. L embajada de su país también prometió un castigo severo para el asesino y aseguró que su personal «ya estaba colaborando con las autoridades italianas para garantizar justicia, y apoyo a la familia del fallecido».
El malestar ante la brutalidad de lo sucedido ha sido unánime entre todos los partidos políticos, incluidos los más críticos con la inmigración. Así, Matteo Salvini, líder del partido Liga Norte, expresó su indignación por la muerte del nigeriano y recordó que «la seguridad no tiene color» y «debe volver a ser derecho de todos». En términos similares se expresó Giorgia Meloni, la gran favorita de la derecha para las próximas elecciones.
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