Alberto Fernández ha vuelto a desatar la crítica de la oposición al asegurar, durante la inauguración de la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que los presidentes que asisten a este foro han sido elegidos democráticamente y por lo tanto gozan de «legitimidad».
Entre las delegaciones de los 33 países presentes, se encontraba la cubana presidida por el dictador
Miguel Díaz-Canel, que mantuvo una reunión bilateral previamente con
el presidente argentino. «Todos los que están aquí han sido elegidos por sus pueblos», insistió, Fernández ante el asombro de los presentes.
El exembajador en Costa Rica e Israel, Mariano Caucino, no tardó en escribir un tuit donde destacó el cinismo del presidente de Argentina. A renglón seguido se sucedieron las críticas de la oposición y en las redes por la afirmación de Fernández.
Durante su intervención, el presidente instó a los países de la región a trabajar «unidos» en favor de la igualdad y la «justicia social», porque resulta «mucho más fácil trabajar juntos que seguir haciéndolo separados», subrayó.
En este punto, el jefe de Estado pidió «garantizar la institucionalidad» en América Latina y el Caribe, en un contexto en el que la democracia está «definitivamente en riesgo». Dicho esto, ni una palabra de los regímenes de Cuba, Nicaragua o Venezuela, miembros de la CELAC y con sus delegaciones presentes en Buenos Aires.
En su habitual discurso contra «los sectores de ultraderecha», los acusó de estar «amenazando a cada uno de nuestros pueblos, y no podemos permitir que esa derecha ponga en riesgo la institucionalidad».
Para sostener su argumento, el presidente que defiende el autogolpe de Pedro Castillo en Perú, citó como ejemplos el «golpe de Estado» en Bolivia, el reciente asalto a las sedes de los poderes del Estado en Brasilia o el atentado fallido a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) lamentó la presencia del cubano Miguel Díaz-Canel, y los cancilleres de Nicaragua y Venezuela en la CELAC
Mientras el mandatario argentino exigía este compromiso para los países latinoamericanos y caribeños, una ONG exigía la liberación de más de 1.500 presos políticos en Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Asimismo, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) lamentó la presencia del cubano Miguel Díaz-Canel, y los cancilleres de Nicaragua y Venezuela en la CELAC, «los tres Gobiernos más represores de las libertades de prensa y expresión y del periodismo en las Américas», expresó en un comunicado la entidad.
Asimismo, Waldo Wolf, secretario de Asuntos Públicos de Buenos Aires, también criticó la presencia del mandatario cubano y recordó en sus redes sociales que «desde 1959 no hay elecciones libres en Cuba y se violan los derechos humanos».