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29 de abril de 2024

La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni

La primera ministra de Italia, Giorgia MeloniAFP

Italia

El partido de Giorgia Meloni alza la voz para prohibir extranjerismos que contaminan el idioma

Fratelli d´Italia propone multas de hasta 100.000 euros para las administraciones públicas y empresas privadas que no adapten a la lengua de Dante los términos

La lengua de Dante es lo suficientemente rica para permitir que se contamine en la Administración pública y en las empresas privadas, con extranjerismos y especialmente con anglicismos.
Ese es el argumento que ha esgrimido Fratelli d´Italia, el partido de Giorgia Meloni, al presentar un proyecto de ley que pide prohibir el uso de términos, vocablos o acrónimos en otro idioma que no sea el italiano, bajo pena de recibir una multa de hasta 100.000 euros.
«No es sólo una cuestión de moda, porque las modas pasan, lo que sucede es que la anglomanía tiene repercusiones para toda la sociedad», se asegura en el proyecto de ley recogido por la agencia Reuters.
En el texto se afirma que el inglés, especialmente, «degrada y mortifica» el italiano, razón imperativa para, de una vez, proteger el idioma desde los organismos públicos y los espacios privados.

La propuesta pretende reemplazar todas las palabras que tengan traducción al italiano

La propuesta pretende reemplazar todas las palabras que tengan traducción al italiano y consentir aquellas en las que sea imposible hallar un sinónimo.
De salir aprobada la ley en las dos Cámaras, como es preceptivo, nada quedará fuera del alcance de la misma. El botón de play deberá ser corregido, los jeans ajustados al idioma, los poster reemplazados por carteles, los gamer por jugadores y los CEO, por el clásico consejero delegado.
La misma operación, entre otras, tendrán que hacer a la hora de salir a correr y olvidarse del footing o del coctel y pedir un aperitivo o combinado en su lugar.

Peor en la Unión Europea

En uno de los apartados del proyecto de ley se observa que el fenómeno o la contaminación del idioma se produce con mayor intensidad en el seno de la Unión Europea. Resulta, advierten, que en Bruselas, es «aún más negativo y paradójico» ya que el Reino Unido dejó de pertenecer al bloque de los 27 con el… Brexit.
Ironías de la política, el propio gobierno de Meloni tendrá que hacer borrón y cuenta nueva. La primer ministro rebautizó la Cartera de Industria y le añadió la coletilla: «made in Italy». Ella misma suele colar en sus intervenciones algún anglicismo cuando está a full de trabajo, pero como todo en la vida hacerse al cambio es una cuestión de voluntad.

Nuevos puestos de trabajo

De cualquier modo, el desafío no es menor porque habrá trabajos cuya denominación deberá crearse. Un ejemplo es el de community manager, pero también hay términos incorporados en este mundo tecnológico y digitalizado complejos de sustituir. ¿Qué hacer con los hastag, el spam o las newsletter? Ni hablar del futuro de los lifting, las celebritis o los sándwich. En fin, la respuesta la tendremos en el previsible y acalorado debate que se avecina. Toda una batalla por el idioma pendiente de que le adjudiquen fecha o date.
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