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04 de mayo de 2024

(FILES) In this file photograph taken on March 6, 2014, then Deputy Secretary of State William Burns testifies on the current situation in Syria and the Ukraine to the Senate Foreign Relations Committee on Capitol Hill in Washington, DC. - US President-elect Joe Biden on January 11, 2021, has announced William Burns as his pick to lead the Central Intelligence Agency, tapping a veteran diplomat who has served in posts around the world. (Photo by Jim WATSON / AFP)

William Burns tAFP

505 días de guerra en Ucrania

El jefe de Inteligencia de la CIA y el del servicio secreto ruso analizaron juntos el motín de los Wagner

William Burns le garantizó a Sergei Naryshkin que Estados Unidos no tenía nada que ver con esa revuelta, ni había intervenido, instigado o maniobrado de ninguna forma para que se produjera

El motín, rebelión, amago de golpe de Estado o como se quiere llamar a la «Caravana de la Justicia», como describió Prigozhin a las columnas de mercenarios que amagaron con llegar al Kremlin, fue la excusa para mantener una intensa conversación entre William Burns, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y su homólogo ruso Sergei Naryshkin.
En unas declaraciones a la agencia TASS Naryshkin, responsable del Servicio de Espionaje Exterior de la Federación Rusa (SVR), desveló que mantuvo una extensa conversación con Burns y juntos analizaron el estado de situación en Ucrania y en Rusia. El jefe de la CIA prefiere guardar silencio y evita confirmar o negar esas declaraciones de las que se ha hecho eco desde el New York Times, al Wall Street Journal y el diario británico The Guardian.

«¿Qué hacer con Ucrania?»

En la conversación el ruso también desvela que los dos super espías abordaron sin tapujos: «¿Qué hacer con Ucrania». El diálogo se produjo el mes pasado y según Naryshkin, Burns reflexionó sobre el motín que estaba en marcha o dicho en sus palabras, de «los eventos del 24 de junio». En ese momento aún no se había alcanzado ningún acuerdo con el ejército de mercenarios del Grupo Wagner que ya habían ocupado una ciudad rusa y sus columnas avanzaban a Moscú.
En la conversación, por espacio de una hora aproximadamente, según la prensa anglosajona, el jefe de la CIA le había garantizado a Naryshkin que Estados Unidos no tenía nada que ver con esa revuelta ni había intervenido, instigado o maniobra de ninguna forma para que se produjera.

Al finalizar la Cumbre de la OTAN en Vilna, Biden llamó «cobarde» a Putin.

Esta conversación demuestra que las vías de comunicación entre el Kremlin la Casa Blanca siguen abiertas pese a la crudeza de la guerra y, por cierto, a declaraciones inoportunas de Joe Biden.
El presidente de Estados Unidos ha tensado la cuerda en varias ocasiones al dirigirse a Putin en términos ofensivos. La última vez fue hace apenas unas horas. Al finalizar la Cumbre de la OTAN en Vilna, Biden llamó «cobarde» a Putin.
Los últimos contactos conocidos entre los servicios de inteligencia se remontaban a noviembre del pasado año. Williams Burns y Sergei Naryshkin mantuvieron una reunión en persona, o un cara cara, en Ankara. Por entonces, Turquía trataba de ejercer sus buenos oficios con Erdogan para lograr una tregua entre Ucrania y la Federación Rusa.
Aquel episodio Burns lo despachó al asegurar que «no estaba llevando a cabo negociaciones de ningún tipo» y negó que hubieran «discutido un acuerdo» para poner fin a la invasión rusa en Ucrania, de la que ya se han cumplido con creces más de 500 días.
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