
Lanzamiento de misiles balísticos en Irán
Irán se rearma y acelera su programa de misiles con la ayuda de China
El perclorato de sodio podría permitir la producción de combustible suficiente para unos 260 motores de cohetes sólidos para los misiles Kheibar Shekan de Irán o 200 de los misiles balísticos Haj Qasem
Irán, a pesar de ser una de las potencias petroleras del mundo, atraviesa una grave crisis energética. Por ello, y ante el aislamiento internacional al que está sometido, el régimen de los ayatolás ha recurrido a la China de Xi Jinping para tratar de salir del atolladero. Pekín, según informa la CNN, envió dos buques que transportaban 1.000 toneladas de un producto químico de fabricación propia que podría ser un componente clave del combustible para el programa de misiles militares de Irán.

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En este sentido, y a pesar de las necesidades de los iraníes, Teherán estaría más centrado en desarrollar su programa militar tras la llegada de Donald Trump al poder, que ha reinstaurado la política de «máxima presión» contra la República Islámica. La cadena estadounidense, que cita como fuentes a la Inteligencia occidental y a datos de seguimiento de los barcos, asegura que el hecho podría ser una señal de que la producción de misiles de Irán ha vuelto a la normalidad después de los ataques de Israel a fábricas clave el año pasado.
El barco, Golbon, partió del puerto chino de Taicang, en China, hace tres semanas cargado con la mayor parte de un envío de 1.000 toneladas de perclorato de sodio, el principal precursor en la producción del combustible sólido que alimenta los misiles convencionales de alcance medio de Irán, aclara la CNN, que cita dos fuentes de Inteligencia europeas que no identifica.
El perclorato de sodio podría permitir la producción de combustible suficiente para unos 260 motores de cohetes sólidos para los misiles Kheibar Shekan de Irán o 200 de los misiles balísticos Haj Qasem, según las fuentes de Inteligencia, precisa la cadena.La CNN recuerda que el envío se produce en un momento en que Irán ha sufrido una serie de reveses regionales con la derrota vivida por sus aliados: el dictador Bashar al Asad en Siria y Hezbolá en Líbano.
Tras el ataque de Israel a las instalaciones de producción de misiles de Irán en octubre, algunos expertos occidentales creyeron que podría pasar al menos un año antes de que Teherán pudiera reanudar la producción de combustible sólido. Esta entrega indica que Irán no está lejos de –o que ya podría haber vuelto a– la producción de sus misiles.
Estos datos sobre los suministros a Irán se conocen además en medio de las nuevas tensiones que viven Estados Unidos e Israel con Irán. El presidente de República Islámica, Masud Pezeshkian, afirmó este jueves que si sus instalaciones nucleares son atacadas construirán mil más, en respuesta a las amenazas lanzadas desde Washington y Tel Aviv.
«Amenazan con atacar instalaciones nucleares. Si atacáis cien de ellas, construiremos otras 1.000», advirtió el mandatario iraní en un discurso en la sureña ciudad de Bushehr, informó la agencia Mehr.
«Podéis atacar edificios y centros, pero no podéis atacar a quienes los construyen», añadió el político.
Por su parte, el líder supremo iraní, Ali Jameneí, rechazó la posibilidad de negociar al considerar que hablar con Washington «no es sabio, no es inteligente y no es honorable».