Las 10 medidas más llamativas de Donald Trump en su primer mes de vuelta en la Casa Blanca

«La era dorada de América empieza ahora». Así comenzó, hace exactamente un mes, la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos. La calma antes de la tormenta y el punto de partida a una carrera a sprint con la que el republicano pretende reorganizar no solo su territorio, sino todo el tablero internacional. Su tiempo es limitado, pues sabe que por mandato constitucional no puede volver a presentarse a la presidencia y, además, en 2026 tendrán lugar las elecciones al Congreso en Estados Unidos, lo que podría limitar su poder de cara a sus dos últimos años de legislatura.

Por el momento, el presidente número 47 en la historia del país de las barras y estrellas no ha perdido el tiempo y ha avanzado en sus planes sobre la franja de Gaza, la solución al conflicto entre Ucrania y Rusia, las relaciones internacionales del país, la economía estadounidense y muchos otros temas.

Paz en Ucrania

Era un conflicto que parecía destinado a que los implicados no se entendieran. Pero, en vísperas de su tercer aniversario, el pasado 11 de febrero Trump mantuvo una larga conversación telefónica con el presidente ruso, Vladimir Putin, de cara a poner fin, de una vez por todas, al conflicto. Y desde entonces las partes no han parado de moverse, con una reunión este pasado martes en Riad entre las delegaciones de Estados Unidos y Rusia, apenas un día después de que los líderes europeos mantuvieran una reunión informal en París para buscar una estrategia común.

El acercamiento de las posturas entre norteamericanos y rusos es más que evidente en los últimos días. Liberaciones de presos por ambos bandos, las comentadas reuniones —y la que se espera próximamente entre ambos mandatarios— y una predisposición por parte de Trump a acercar posturas con Moscú: llamando «dictador» a Zelenski, insistiendo en la necesidad de celebrar elecciones en Ucrania y asegurando que deberá haber concesiones si se quiere la paz, haciendo referencia a que los de Zelenski renuncien a cerca de un 25 % de sus tierras.

Está claro que Trump ha agitado el tablero y las negociaciones para la paz, a nivel mundial, se han intensificado. Pero Zelenski no parece dispuesto a aceptar las condiciones propuestas por Trump, a quien ha acusado de vivir «en una burbuja de desinformación». El primer paso se ha dado, pero todavía queda mucho trabajo hasta la resolución final.

Sacar a los palestinos de Gaza

Tras la visita del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a la Casa Blanca, Trump sorprendió al mundo con su inesperada propuesta para la franja de Gaza: que Estados Unidos tome el control de la misma y buscar una deportación «forzada» de millones de personas hacia Egipto y Jordania. «No quiero ser un gracioso ni un listillo, pero la Riviera de Oriente Medio... Esto podría ser maravilloso», declaró Trump en la rueda de prensa celebrada junto a Netanyahu.

Esta propuesta ha recibido el rechazo de prácticamente toda la comunidad internacional. El rey de Jordania, Abdalá II, visitó Washington el pasado día 11, donde, pese a que accedió a recibir en su territorio a casi 2.000 niños palestinos, rechazó la idea de una deportación total, afirmando que desestabilizaría la región y pondría en riesgo la solución de los dos Estados, en la que siguen creyendo. Misma postura que mantiene el presidente de Egipto, Abdelfatah El-Sisi, que rechaza reunirse con Trump mientras mantenga esa idea de la deportación.

Israel y Hamás están actualmente completando la primera fase del alto el fuego, que entró en vigor el 19 de enero, durante la cual 19 rehenes israelíes han sido liberados a cambio de más de 1.100 presos palestinos detenidos en cárceles israelíes. Los términos de la segunda fase, que debe suponer el fin definitivo de la guerra y la liberación de todos los rehenes, deben concluirse antes del 2 de marzo.

Tensión fronteriza con México y Canadá

Los dos únicos países con los que Estados Unidos tiene frontera terrestre, México y Canadá, han estado en el punto de mira de Trump desde el primer día. El presidente estadounidense, que en principió anunció una subida de aranceles del 25 % a ambos países, finalmente decidió dar marcha atrás a la medida tras lograr concesiones por parte tanto de Claudia Sheinbaum como de Justin Trudeau.

México se comprometió a desplegar 10.000 efectivos de la Guardia nacional en la frontera común para evitar el éxodo de inmigrantes mexicanos a Estados Unidos, mientras que el líder de Canadá se comprometió a nombrar un «zar» contra el fentanilo, además de incluir «a los carteles de la droga en la lista de organizaciones terroristas, asegurar la vigilancia las 24 horas durante siete días de la frontera y lanzar una fuerza conjunta Canadá-EE. UU. para combatir el crimen organizado, el fentanilo y el lavado de dinero».

Más allá de este tema, la tensión con México también tiene que ver con el cambio de nombre del Golfo de México a Golfo de América, que tanto Google como Apple han aplicado. La mandataria mexicana ha amenazado con demandar a la propia Google.

Guerra comercial a la UE

El pasado jueves, , Donald Trump anunció la imposición de «aranceles recíprocos» a los países que gravan productos estadounidenses, con el objetivo de igualar las tarifas que esas naciones aplican a las exportaciones de EE.UU., y con la Unión Europea (UE) entre los principales damnificados.

El mandatario fue especialmente crítico con la Unión Europea, a la que acusó de ser «absolutamente brutal en el comercio» y de imponer lo que calificó como «un arancel encubierto» a través del IVA.

Estos nuevos aranceles anunciados por Trump no entrarán en vigor de inmediato, sino en un plazo de «semanas» o «meses», y los primeros en ser castigados serán aquellos con un mayor déficit comercial con Estados Unidos. Esto ofrece a Estados Unidos una potente carta negociadora en cualquier diálogo con un país que se vaya a ver afectado por estas nuevas medidas arancelarias.

La tensión con China

Otro de los países en el punto de mira del presidente es China, con quien combate por el dominio del tablero geopolítico y la economía mundial. Inicialmente, Trump planteó la posibilidad de imponer un arancel del 10 % a las importaciones procedentes de China, como represalia por el supuesto envío de fentanilo. Días después, el republicano se moderó y afirmó que «preferiría» evitar imponer aranceles al gigante asiático.

Paralelamente, la quinta ola tecnológica y la aparición del asistente de IA Deepseek provocaron un desplome histórico de Nvidia en Wall Street, metiendo un nuevo componente en juego y un arma de poder para China.

El poder de Elon Musk en la Administración

A nadie se le escapa que Elon Musk es una de las personas más destacadas en la nueva Administración Trump. A través de su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), el magnate ha creado un organismo para auditar el gasto público y optimizar el presupuesto federal.

La semana pasada, Musk admitió que Estados Unidos está «en quiebra» y tiene un déficit de 2 billones de dólares. Ante este escenario, Musk ha anunciado una serie de medidas destinadas a mejorar la rendición de cuentas en el gasto gubernamental. Entre ellas, la obligatoriedad de incluir una justificación en el campo de comentarios de cada pago público, un aspecto que hasta ahora se encontraba en blanco. Además, ha propuesto la implementación de un sistema de categorización de pagos, con el objetivo de facilitar auditorías más efectivas y evitar el descontrol financiero que, según él, ha caracterizado el sistema actual. También ha insistido en la necesidad de actualizar semanalmente la lista de entidades y personas sospechosas de fraude, incluyendo beneficiarios fallecidos, posibles fachadas de organizaciones terroristas y otros casos irregulares.

Desclasifica los archivos de los asesinatos de JFK y Luther King

El pasado 23 de enero, el presidente estadounisense firmó una orden ejecutiva que permite desclasificar los archivos relacionados con tres de los asesinatos más impactantes y trascendentales en la historia moderna del país americano: el del expresidente John F. Kennedy, el del exfiscal general Robert F. Kennedy y el del líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr.

«Esta es una grande. Mucha gente la está esperando desde hace años, décadas. Todo se va a revelar», afirmó Trump desde el Despacho Oval al anunciar la decisión, que responde a una creciente presión pública y académica por acceder a información que ha permanecido bajo llave durante más de medio siglo.

Todavía no ha salido a la luz nada especialmente relevante, pero, según palabras del presidente, es cuestión de tiempo que se sepan detalles que aclaren los hechos que han generado tantísimas teorías de la conspiración.

Deportar a miles de inmigrantes

Desde su regreso al Despacho Oval, uno de los principales esfuerzos de Trump ha sido su campaña de deportaciones masivas, mandando aviones con inmigrantes a sus países de origen.

Esta medida causó una crisis diplomática con Colombia, cuando el presidente del país hispanoamericano, Gustavo Petro, afirmó en sus redes sociales que «los inmigrantes no son criminales y merecen un trato humano. Colombia se respeta». Asimismo, ordenó devolver los aviones militares estadounidenses que transportaban a los deportados, exigiendo que estos vuelos sean realizados en aeronaves civiles y bajo protocolos que garanticen el respeto por la dignidad humana.

Como respuesta, Trump anunció aranceles del 25 % a productos colombianos, restricciones de visado para funcionarios del Gobierno colombiano e inspecciones reforzadas a ciudadanos y mercancías procedentes de Colombia. Tras unas horas de tensión, Petro dio marcha atrás, aceptó los aviones estadounidenses y se plegó a lo que quería Trump, que dejó claro el poder que atesora y el peligro de enfrentarle.

Combatir la agenda 'woke'

Retirar a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud, del Acuerdo de París sobre el cambio climático, restaurar la «verdad biológica», el reajuste del programa de admisión de personas refugiadas, acabar con el uso político del Gobierno federal o prohibir que mujeres transgénero compitan en equipos deportivos son algunas de las muchas medidas que ha tomado el presidente estadounidense.

Suspensión de fondos a la USAID

La desaparición de USAID (la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional) no ha sido una sorpresa. Desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump dejó claro su escepticismo hacia los programas de asistencia internacional, argumentando que el dinero de los contribuyentes debía usarse dentro de EE. UU. en lugar de financiar proyectos en el extranjero. En su primer mandato, ya había recortado parte de los fondos destinados a la agencia, y con su regreso al poder, su cierre se convirtió en una prioridad.

Trump y sus aliados han señalado que USAID se desvió de su propósito original de apoyo al desarrollo y asistencia humanitaria para convertirse en una plataforma de promoción ideológica. Entre los ejemplos que han denunciado están la financiación de medios de comunicación, la impresión de anticonceptivos personalizados en países en desarrollo y proyectos como una «ópera transgénero» en Colombia o programas de activismo LGBT en Guatemala. También se ha cuestionado el respaldo a iniciativas de turismo en Egipto o la inyección de recursos en sectores considerados no estratégicos para los intereses de EE. UU.

Ha pasado un mes desde la llegada de Trump a la Casa Blanca. Salvo que pase algo raro, restan 47. Nadie sabe en qué lugar estará él mismo, Estados Unidos y el mundo en general por ese entonces.