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Luis Montenegro, Nuno Santos y André Ventura, líderes políticos de Portugal

Luis Montenegro, Nuno Santos y André Ventura, líderes políticos de PortugalPatricia de Melo y Filipe Amorim / AFP

Especial elecciones de Portugal / perfil de los candidatos

Luces y sombras de los tres líderes que se disputan el poder en Portugal

Los portugueses acuden el domingo a las urnas en unos comicios legislativos clave en el que los datos de votación anticipada muestran una alta participación

La campaña de las elecciones legislativas de Portugal concluyó el viernes y los portugueses se preparan para votar este domingo con Luis Montenegro como favorito con un 34 % de intención de voto, seguido del Partido Socialista (PS) de Nuno Santos con 26 % y de Chega de André Ventura con un 19 %, según una encuesta, realizada por la Universidad Católica Portuguesa.

En unas elecciones que se esperan decisivas para la estabilidad de Portugal, las estadísticas de participación registradas el domingo pasado en la votación anticipada por movilidad muestran una alta participación: votó el 94,45 % de los 330.347 portugueses inscritos.

Montenegro, el estratega que busca ganar la guerra

El primer ministro en funciones, Luís Montenegro, no tira la toalla. Perdió el round de la moción de censura, pero está dispuesto –y podría lograrlo– a ganar el combate de las elecciones de este domingo.

Un asunto turbio, como el de la propiedad de una empresa familiar, que fue pasando de mano en mano entre su mujer y sus hijos, le llevó hasta esta situación en las urnas. Más cuestionado por razones éticas que por cuestiones puramente corruptas, Montenegro perdió políticamente, que no judicialmente, el caso. El pasado mes de marzo la oposición le castigó con una moción de censura de la que salió con la cabeza gacha.

La revancha para permanecer en el Gobierno, que ocupa de forma interina, la tiene este domingo en las urnas, donde las últimas encuestas le dan una ventaja frente al socialista Pedro Nuno Santos. El caso Spinumviva, una empresa de consultoría que fundó en 2021 y cuya actividad continuó después de que él asumiera el liderazgo del Partido Socialdemócrata (PSD) en 2022 y fuera nombrado primer ministro, no parece que haya hecho demasiado daño a su candidatura.

Las críticas contra él apuntan más a la gestión de su Gobierno en asuntos como la sanidad pública, la economía o la lucha contra la corrupción en general que en Spinumviva.

La existencia de esta compañía, que actualmente controlan sus hijos, salió a la luz en la prensa en febrero. Lo que comenzó como una polémica evolucionó a una crisis política después de que se publicara que Solverde, un grupo de casinos y hoteles para el que Montenegro trabajó en el pasado, estuvo pagando mensualmente a Spinumviva por sus servicios.

Carteles a favor de Luís Montenegro en las calles de Lisboa

Carteles a favor de Luís Montenegro en las calles de LisboaAFP

La diputada de esta formación Dulcinea Catarina Moura, cabeza de lista por el distrito de Guarda, pone voz a lo que buena parte de los votantes de Montenegro parecería que opinan y por lo que le justifican: «Crear una empresa cuando se está fuera de la política activa es la actitud más loable de quien quiere vivir y sustentar a su familia con su trabajo y dedicación», declaró a la agencia Efe.

Si se confirman las encuestas, Montenegro se habrá revelado como un estratega que sabe maniobrar en condiciones adversas, una seña de identidad a lo largo de toda su trayectoria política.

La imagen que tiene de sí mismo o el retrato con el que se identifica es el de una persona reflexiva, con control de sí mismo y equilibrado. A lo largo de 25 años en el PSD, nunca se ha destapado con una decisión impulsiva o precipitada.

En esta campaña, Luís Filipe Montenegro Cardoso de Morais Esteves, de 52 años, ha hecho un esfuerzo formidable para tratar de borrar el gesto de desencanto y decepción que ofreció mientras duró el acoso de la oposición para desbancarle del poder. Su rostro optimista y amable se ha convertido en su mejor carta de presentación en estas semanas.

«Filipinho», como le llaman en familia o el 'ervilha' (guisante) como le apodaron sus amigos, está cerca de conservar el poder. La última palabra la tienen las urnas, en las que confía casi tanto como en sí mismo.

Pedro Nuno Santos, el delfín rebelde

En 2022, parecía acabado. Su salida del Gobierno tras dos polémicas sonadas —una indemnización millonaria a una directiva de TAP y el anuncio apresurado de la ubicación del nuevo aeropuerto de Lisboa— lo colocaron fuera de juego. Pero Pedro Nuno Santos, una de las figuras más fogosas e ideológicas del Partido Socialista Portugués, nunca dejó de prepararse para el momento decisivo. Años después, ha regresado con fuerza y aspira a convertirse en primer ministro luso, devolviendo a la izquierda a la primera línea del frente.

Carteles de Pedro Nuno Santos en Portugal

Carteles de Pedro Nuno Santos en PortugalNurPhoto via AFP

Pedro Nuno Santos (nacido en São João da Madeira, en 1977) es una figura que desafía los moldes. Nieto de zapatero e hijo de empresarios del calzado, su historia personal conecta con el norte industrial del país. A los 14 años se afilió a las Juventudes Socialistas. A los 27, ya era su secretario general. Desde entonces, ha construido una carrera ascendente, que lo llevó de diputado a viceministro, y luego a ministro de Infraestructuras y Vivienda en el Gobierno de António Costa. Su perfil es el de un socialista de convicción, de verbo duro, con fama de combativo y ambicioso.

Fue, además, uno de los principales arquitectos de la geringonça, el inédito acuerdo parlamentario que sostuvo al Gobierno socialista entre 2015 y 2019 gracias al apoyo de comunistas y bloquistas. Como secretario de Estado de Asuntos Parlamentarios, era el encargado de mantener la interlocución con los aliados de izquierdas, ganándose el respeto —y el temor— de todos los interlocutores políticos.

Sin embargo, su carácter frontal le pasó factura. En 2022, dimitió tras una serie de errores de gestión que lo alejaron del núcleo de poder del partido. Muchos lo vieron entonces como un líder amortizado. Pero su renuncia también fue leída como un gesto de responsabilidad. Se retiró con discreción, reorganizó su imagen pública y esperó su oportunidad.

El momento llegó cuando António Costa, su mentor y rival generacional, dimitió en noviembre de 2023, salpicado por un caso judicial en plena investigación. En apenas unas semanas, Pedro Nuno Santos se impuso como nuevo secretario general del PS con el 62 % de los votos, derrotando al candidato José Luís Carneiro. Desde entonces, ha intentado reconciliar su imagen de militante de izquierdas con un mensaje más pragmático, con el que seducir al electorado moderado.

En campaña, ha defendido el legado económico de Costa, ha abogado por la regionalización de Portugal y ha moderado el tono respecto a temas delicados como la vivienda o la inmigración. Su gran apuesta es convencer al electorado de que él encarna el éxito económico socialista y una nueva etapa, más conectada con la calle. «No reniego de mi pasado», ha dicho. «Pero sé que ahora se necesita algo más que combatividad: se necesita capacidad de unir». A diferencia de Costa, un político hábil y negociador, Santos se presenta como un líder directo, menos calculador, pero también más apasionado.

Este domingo, Pedro Nuno Santos se enfrenta a su mayor desafío. Si logra formar Gobierno, se consolidará como la gran figura de la izquierda portuguesa de la próxima década. Si fracasa, su breve pero intensa resurrección podría quedar en una nota al pie de la historia del socialismo luso.

André Ventura, el ‘Superman’ que busca romper el «cordón sanitario»

André Ventura, un abogado de 42 años que asegura que llegó a valorar hacerse cura o escritor, que lidera el partido Chega («¡Basta!», en portugués) con el lema de campaña Salvar a Portugal busca en las elecciones de este domingo crecer en votos y escaños y así romper el «cordón sanitario» impuesto por la centroderecha de Luis Montenegro y los socialistas de Nuno Santos.

A lo largo de la actual campaña, su apasionado estilo lo llevó a que sus seguidores le compararan con el superhéroe estadounidense Superman, aunque dos hospitalizaciones en la recta final de la campaña más bien han demostrado la fragilidad de la condición humana. De acuerdo con su partido, los médicos le pidieron reposo tras un cuadro agudo de espasmos esofágico.

André Ventura, líder de Chega en Portugal, posando con una figura de Superman

André Ventura, líder de Chega en Portugal, posando con una figura de SupermanMiguel Riopa / AFP

Pese a su ausencia repentina en la recta final de la campaña, Chega siguió adelante con los actos de cierre, después de todo, el doctor en derecho por la Universidad de Cork de Irlanda y también comentarista deportivo en televisión, ya había hecho la mayor parte del trabajo.

Aprovechando su popularidad, este hincha del Benfica procedente de los alrededores de Lisboa se lanzó a la política en las municipales de 2017 y desde entonces con su discurso antisistema, nacionalista y contra la corrupción de los dos partidos tradicionales logró convertir a Chega en la tercera fuerza política de Portugal.

En 2019 Chega entró por primera vez en el Parlamento portugués con tan solo un diputado, en 2022 se colocó como tercera fuerza con 12 escaños y en los últimos comicios de 2024 registró un exponencial crecimiento logrando más de 1,1 millones de votos y cuadruplicando sus escaños hasta llegar a los 48.

No excepto de controversias por sus duros discursos contra la inmigración ilegal y la «dictadura de las minorías étnicas y raciales», tanto a Ventura como a Chega han sido tachados de xenófobos y ultraderechistas, lo que ha provocado que, al igual que en España con Vox o con Afd en Alemania, se le imponga un cordón sanitario que los excluye de cualquier alianza de Gobierno.

Precisamente, durante una visita a España para participar en un acto de Vox en mayo de 2024, Ventura denunció el «cordón sanitario» a Chega en Portugal, a Vox en España y a otros partidos en sus respectivos países. También aseguró que frente a lo que señala la izquierda política y mediática «nosotros no somos la derecha más radical. Somos los únicos que se han erguido para defender la libertad de Europa y del mundo entero».

De acuerdo con la última encuesta disponible, Chega podría obtener este domingo un 19 % de los votos, ligeramente por encima del resultado de las legislativas de marzo de 2024. Si es así, consolidaría su estatus de tercera fuerza política de Portugal.

El sondeo de opinión realizado por la Universidad Católica Portuguesa, muestra que la Alianza Democrática de Luis Montenegro no alcanzaría de nuevo el umbral de la mayoría absoluta y podría verse de nuevo al frente de un ejecutivo en minoría, atenazado entre los socialistas, en el poder entre 2015 y 2024, y Chega de Ventura con la que se niega a gobernar precisamente por la imposición de un «cordón sanitario».

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