El líder supremo de Irán, Ali Jameneí
Irán promete una respuesta devastadora tras los bombardeos israelíes: «EE.UU. e Israel recibirán una bofetada contundente»
Teherán acusa a Israel de agredir zonas residenciales en un operativo nocturno que dejó muertos a figuras clave del programa nuclear iraní y eleva la tensión en plena negociación diplomática con EE.UU.
Israel lanza una ofensiva aérea sin precedentes bombardeando Irán para frenar su programa nuclear
En la madrugada de este viernes, un ataque aéreo lanzado por Israel sobre Teherán y otras regiones de Irán ha desencadenado una grave escalada en la ya tensa relación entre ambos países. Las explosiones, registradas alrededor de las 3:30 hora local (12:00 GMT), sacudieron varios sectores de la capital iraní, provocando la muerte del comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, el general Hossein Salamí, y de dos destacados científicos nucleares, Mohammad Mehdi Tehranchi y Fereydoun Abbasi. Además, se ha confirmado un número aún indeterminado de víctimas civiles en zonas residenciales del norte de la ciudad.
La operación, calificada por el gobierno israelí como un «ataque preventivo», fue confirmada por el propio primer ministro Benjamín Netanyahu, quien aseguró que la ofensiva tiene como objetivo «neutralizar la amenaza existencial que representa el programa nuclear iraní para la supervivencia del Estado de Israel». Netanyahu también afirmó que la campaña militar «continuará durante los días que sean necesarios» y sostuvo que Israel ha atacado directamente «el núcleo del programa de enriquecimiento nuclear de Irán».
«Responderemos pronto con contraataques»
En respuesta, el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, prometió represalias contundentes y dolorosas. «Con este crimen, el régimen sionista se ha labrado un destino amargo y doloroso, y sin duda lo recibirá», manifestó en un comunicado oficial. El guía religioso y político confirmó la pérdida de figuras clave en los ámbitos militar y nuclear, y garantizó que sus sucesores asumirán inmediatamente sus funciones.
El Ejército iraní, por su parte, reaccionó de forma tajante a través del portavoz de las Fuerzas Armadas, el general Abolfazl Shekarchi, quien anunció que «Israel y Estados Unidos recibirán una bofetada contundente» por su implicación en el ataque, si bien Washington ha negado cualquier participación directa. «Responderemos pronto con contraataques, si Dios quiere», añadió el portavoz, subrayando que Irán está preparado para una confrontación «a cualquier nivel».
Fotografía de archivo del 18 de noviembre de 2023 del comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) de Irán, el general Hossein Salami
El general Salamí, muerto en el bombardeo, había declarado apenas un día antes que Irán respondería a cualquier agresión externa y que el país estaba dispuesto a una guerra abierta. La Guardia Revolucionaria, cuyo cuartel general fue uno de los blancos de la operación, es uno de los pilares del poder militar iraní y su comandante simbolizaba la estrategia defensiva del régimen ante amenazas exteriores.
En paralelo, el Ministerio de Defensa de Israel alertó a su población de un posible contraataque inminente con misiles y drones por parte de Irán, y declaró el estado de emergencia especial en todo el país. Asimismo, el Ejército israelí cambió el estatus de «actividad plena» a «actividad esencial» en todo su territorio.
Como consecuencia del bombardeo, las autoridades iraníes suspendieron todos los vuelos en el Aeropuerto Internacional Imán Jomeiní de Teherán, aunque se aseguró que la instalación no fue alcanzada por los proyectiles.
Marco Rubio desvincula a EE.UU.
Desde Estados Unidos, el secretario de Estado, Marco Rubio, reiteró la desvinculación de su país respecto al ataque: «Israel actuó de manera unilateral contra Irán. Nuestra prioridad es la seguridad de las tropas estadounidenses desplegadas en la región». Estas declaraciones llegan en medio de un momento delicado para la diplomacia internacional, ya que las conversaciones nucleares entre Teherán y Washington, iniciadas el pasado 12 de abril, se encontraban en curso y una nueva ronda estaba prevista para este domingo, aunque ahora queda en entredicho.
Las consecuencias geopolíticas de este ataque son difíciles de prever, pero se anticipa una intensificación del conflicto regional y un posible colapso del frágil diálogo nuclear. La muerte de figuras clave del aparato militar y científico iraní no solo supone un duro golpe para el régimen de Jameneí, sino que también añade un nuevo capítulo de incertidumbre y tensión al panorama de Oriente Medio.
