Firma del acuerdo histórico entre Armenia y Azerbaiyán en la Casa Blanca
Trump hace realidad el acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán tras cuatro décadas de conflicto
El republicano allana sus aspiraciones de lograr el Nobel de la Paz
Donald Trump auspició este viernes la firma de un acuerdo entre los líderes políticos de Armenia y Azerbaiyán. Según el mandatario, este acuerdo pondrá fin a las casi cuatro décadas que lleva transcurridas el conflicto en el Cáucaso Sur, a la vez que allana sus aspiraciones de lograr el Nobel de la Paz.
La base del acuerdo es la reapertura de un corredor clave que llevará el nombre del líder republicano estadounidense, gracias a una propuesta de Armenia. Dicho corredor se denominará la Ruta de Trump para la Paz y la Prosperidad Internacional (TRIPP). «Ambos territorios se comprometen a cesar los combates de forma definitiva, abrir el comercio, permitir los viajes, restablecer relaciones diplomáticas y respetar la soberanía y la integridad territorial mutua», declaró Trump mientras se encontraba en la Casa Blanca con el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, instantes antes de la firma.
Como acostumbran los acuerdos que pasan por la Administración de Trump, el componente económico del mismo tiene un gran impacto. Esta ruta de casi 43 kilómetros, que conecta Azerbaiyán con su enclave de Najicheván cruzando territorio armenio, estará bajo manos armenias, a pesar de que EE.UU. contará con los derechos de desarrollo sobre la ruta.
Trump tras la firma del acuerdo entre Armenia y Azerbaiyán
La Unión Europea ha celebrado la firma de este acuerdo y ha querido recordar la importancia de asegurar la puesta en marcha de las medidas acordadas «para garantizar un progreso constante e ininterrumpido rumbo a la plena normalización». Tal y como han comunicado, «este pacto constituye un avance importante tanto para Armenia como para Azerbaiyán, allanando el camino hacia una paz duradera y sostenible para ambos países y en toda la región, culminando además años de esfuerzos de la UE».
Momento clave anteriores a la firma
En marzo de este año, ambos territorios anunciaron un consenso acerca del contenido del tratado de paz. Posteriormente, el seis de julio, cuando Armenia celebraba el 30 aniversario de su Constitución, el Gobierno anunció su impulso hacia una nueva Constitución con puntos acordados con Azerbaiyán. Tan solo cuatro días después, los líderes de ambos territorios se reunieron en Abu Dabi para avanzar hacia este tratado, que hoy, 8 de agosto, se ha hecho posible con un histórico acuerdo de paz firmado en Washington.
Un conflico en torno a Nagorno Karabaj
Las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán han estado marcadas desde su independencia de la Unión Soviética (1991) por el conflicto de Nagorno Karabaj, un territorio controlado por separatistas armenios y reclamado por Bakú.
Los años trascurridos entre 2020 y 2024 estuvieron marcados por una fuerte tensión y constantes enfrentamientos. En septiembre de 2020 dio comienzo una guerra a gran escala que duró seis semanas, en la que Azerbaiyán logró recuperar amplias zonas del Karabaj que había perdido a comienzos de los 1990. El conflicto terminó en noviembre de 2020 con un alto el fuego mediado por Rusia, que implicó la presencia de fuerzas de paz rusas y la cesión de territorios clave por parte de Armenia.
En 2023, Azerbaiyán lanzó una operación militar relámpago que culminó con la rendición de las fuerzas armenias en la región y el colapso de la administración separatista. Esto provocó un éxodo masivo de la población armenia de Nagorno Karabaj -más de 100.000 personas- hacia Armenia.
Durante este último año ha habido un claro acercamiento entre los líderes de ambos países para sellar un histórico acuerdo de paz. Rusia ha perdido en los últimos años el rol de mediador, que ejercía con la ayuda del Grupo de Minsk, creado en 1992 por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
De hecho, fue en una reunión en Bruselas en 2022 donde se acordó comenzar las negociaciones sobre el tratado de paz y crear una comisión conjunta para la delimitación de la frontera común entre Armenia y Azerbaiyán. Con este encuentro, que fue calificado de histórico, Armenia volvía a establecer contactos con su país vecino, con el que comparte 268 kilómetros de frontera, cerrada desde 1993, y que se niega a reconocer el genocidio armenio en el Imperio Otomano hace más de un siglo.