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l presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, habla en una conferencia de prensa conjunta durante la Cumbre de Líderes MED9 en el Palacio Kempinski, en Portoroz, Eslovenia.

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en el Palacio Kempinski, en Portoroz, Eslovenia.EFE

Sánchez se suma a última hora a un documento de líderes europeos en apoyo a Zelenski

El presidente del Gobierno se había desmarcado en un primer momento del movimiento internacional en apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha sumado a última hora al documento de apoyo a Ucrania firmado por numerosos líderes europeos. En un primer momento su firma no apareció junto a la del resto de mandatarios, entre ellos el canciller de Alemania, Friedrich Merz; la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Sin embargo, finalmente se ha unido a la declaración, justo cuando arreciaban las críticas.

«España se ha sumado hoy a la declaración conjunta sobre la paz en Ucrania, junto a los líderes de Alemania, Francia, Italia, Polonia, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Reino Unido, Ucrania y las instituciones europeas», han señalado posteriormente fuentes del Gobierno español. Desde la Moncloa argumentan que los primeros firmantes del documento fueron aquellos «que se reunieron en agosto con Zelenski y Trump en la Casa Blanca», entre los que no estaba España, pero sí Italia, país con un peso similar tanto en la Unión Europea como en la OTAN.

Se trata de una declaración consensuada por los mandatarios europeos reunidos estos días en Portorož, Eslovenia, con motivo de la cumbre del MED9, los países de la Unión Europea con más vinculación con el Mediterráneo, que representan la mitad de la población de la Unión. El documento, en el que no aparecía en un primer momento la rubrica de Sánchez, pero sí la de otros como el premier británico, Keir Starmer; el de Polonia, Donald Tusk; el presidente de Finlandia, Alexander Stubb; o la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, recalca que «todos estamos unidos en nuestro deseo de una paz justa y duradera, que el pueblo de Ucrania se merece».

«Apoyamos firmemente la posición del presidente [Donald] Trump de que los combates deben cesar inmediatamente y que la línea de contacto actual debe ser el punto de partida de las negociaciones. Seguimos comprometidos con el principio de que las fronteras internacionales no deben modificarse por la fuerza», defiende la declaración. Unas palabras que adquieren un gran relevancia tras hacerse pública la tensa reunión que mantuvieron el presidente de Estados Unidos y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, el pasado viernes en la Casa Blanca.

El diario británico Financial Times reveló que Trump exigió a Zelenski que entregara territorio a Rusia para poner fin a la guerra, como le había sugerido el inquilino del Kremlin, Vladimir Putin, durante una llamada telefónica un día antes. Ante la negativa total del ucraniano, el estadounidense perdió la paciencia y el encuentro estuvo marcado por gritos, reproches e incluso llegó a lanzar al suelo un mapa del frente ucraniano. Trump estuvo «maldiciendo constantemente», informó el medio.

Con esta declaración conjunta, los europeos han querido cerrar filas en torno a Zelenski y han denunciado, además, que «las tácticas dilatorias de Rusia han demostrado una y otra vez que Ucrania es la única parte que se toma en serio la paz. Todos podemos ver que Putin sigue optando por la violencia y la destrucción». «Por lo tanto, tenemos claro que Ucrania debe estar en la posición más fuerte posible, antes, durante y después de cualquier alto el fuego», continúa el texto.

Así, todos los líderes europeos han insistido en que es necesario «aumentar la presión sobre la economía rusa y su industria de defensa, hasta que Putin esté dispuesto a hacer las paces. Estamos elaborando medidas para utilizar todo el valor de los activos soberanos inmovilizados de Rusia, de modo que Ucrania disponga de los recursos que necesita». Por su parte, el presidente del Gobierno ha centrado su estrategia en defender su última cortina de humo: acabar con el cambio de hora. Una postura que, como ha contado El Debate, no hace más que sumar detractores entre los aliados de España.

La negativa del Ejecutivo español a comprometerse a aumentar el gasto en Defensa al 5 % del PIB no solo le ha costado múltiples críticas del presidente estadounidense, que llegó a amenazar la semana pasada con imponer a aranceles a los productos españoles, sino que la imagen y fiabilidad de España se está poniendo en entredicho entre el resto de países europeos. Una reciente publicación del diario Político, con gran influencia en Bruselas, tachaba a Sánchez de ser el aliado «menos fiable» de la Alianza Atlántica y recogía críticas de varios países europeos, especialmente los del norte, fronterizos con Rusia.

La declaración conjunta emitida este martes informa, además, de que los líderes europeos tienen previsto reunirse a finales de esta semana en el Consejo Europeo y en el formato de la Coalición de Voluntarios, de la que España forma parte, para «debatir cómo llevar adelante esta labor y seguir apoyando a Ucrania».

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