Detienen a un prófugo en Italia que se había escondido en un Portal de Belén: «La figura hablaba»

Al alcalde de Galatone, una localidad situada en el corazón del Salento italiano, le llamó la atención, mientras caminaba por la calle, una figura en el belén a tamaño real instalado en la plaza principal del municipio. Una silueta negra, inmóvil, integrada entre la Virgen, San José y los pastores. Pensó incluso que podía tratarse de un mensaje de integración impulsado por la asociación local que organiza cada año el montaje. Hasta que la figura habló.

La escena, tan insólita como real, ocurrió de madrugada del sábado, cuando el alcalde, Flavio Filoni, pasó por la Piazza Santissimo Crocifisso para recoger unas llaves del ayuntamiento. «No suelo venir los sábados, pero ese día tuve que hacerlo. Vi la figura nueva y pensé que era una sorpresa», relató después. Todas las piezas del belén son artesanales y nada hacía sospechar que aquella no lo fuera. Hasta que, al salir del edificio municipal, el regidor volvió a mirar y notó que el supuesto pastor se movía.

Dentro de la cabaña no había una escultura, sino un hombre de carne y hueso. Un ciudadano ghanés de 38 años que llevaba varias semanas huido de la justicia y que había convertido el belén en su escondite. «Decía que esa era su casa, que quería dormir allí», explicó Filoni. Durante unos minutos se negó a salir, hablaba de forma confusa, rezaba a ratos y se mimetizaba con el decorado. Tardaron cerca de veinte minutos en convencerlo.

Para lograrlo, tuvieron que intervenir la policía local y los Carabineros. En un primer momento, el hombre estaba tranquilo, aunque se enfadaba cuando lo reprendían. Sin embargo, al proceder a su identificación, la sorpresa fue mayor, pues descubrieron que pesaba sobre él una orden de arresto emitida por la Fiscalía de Bolonia por delitos de resistencia a la autoridad y lesiones agravadas. Tenía pendiente una condena de nueve meses y quince días de prisión.

El prófugo fue trasladado a comisaría y, posteriormente, ingresado en la cárcel de Lecce, donde cumple ahora su condena. Su escondite navideño duró poco más de una hora y terminó de la forma menos esperada.