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Friedrich Merz reunido con Emmanuel Macron este miércoles

Friedrich Merz, canciller alemán, reunido con Emmanuel Macron, presidente francésAFP

¿El miedo a la derecha ha convertido a Europa en ingobernable?

Este 2025 ha agravado la situación de bloqueo político en el Viejo Continente

El pasado mes de octubre tuvieron lugar las elecciones en Países Bajos. Pese a que los sondeos daban como vencedor al Partido por la Libertad (PVV), dirigido por el conservador Geert Wilders, saltó la sorpresa con el triunfo del progresista Rob Jetten y su partido, D66. Desde entonces, se le encargó formar Gobierno, pero, debido a su negativa a pactar nada con Wilders –que quedó como segunda fuerza política–, cualquier coalición de Gobierno deberá integrar a varios partidos de muy diverso signo. Una tarea harta complicada.

Como consecuencia, meses después el país de los tulipanes sigue sin tener Gobierno. Algunas voces ya creen que la única manera de superar este bloqueo sería una nueva llamada a las urnas, las cuartas en poco más de seis años. Pero este bloqueo no se limita a Países Bajos, sino que todo el continente parece consumido por una epidemia que está bloqueando a los Ejecutivos.

Hace unos meses, Austria vivió una situación similar. El Partido de la Libertad (FPÖ), una formación que con sus críticas a las políticas de asilo y su alternativa a la política tradicional capitalizó el voto joven y se hizo con el triunfo en las elecciones. Sin embargo, el resto de formaciones se negaron a pactar con ellos y, tras meses de arduas negociaciones, Austria formó gobierno con una coalición tripartita que dejaba en fuera de juego al FPÖ, condenando al país a vivir en un constante equilibrio para que ninguno de los conservadores, socialdemócratas y liberales que componen el Ejecutivo abandonen y bloqueen el país.

Cerca, en Alemania, los acontecimientos también siguen esa dirección. Pese a que Friedrich Merz fue investido como canciller hace pocos meses, tras ganar las elecciones en febrero, su rechazo a cualquier pacto con Alternativa para Alemania (AfD), segunda fuerza del país, amenaza con hacer saltar por los aires la política germana. De hecho, muchos analistas creen que, en su empeño por llevarle la contraria a AfD, Merz está yéndose al extremo opuesto y acercándose a postulados muy izquierdistas, empujado a ello también por sus socios de gobierno, los socialdemócratas.

Esto, sin embargo, no contenta a todo el mundo y muchos miembros de la Unión Democristiana (CDU), el partido de Merz, se encuentran enfadados y confusos ante las decisiones de su líder. Y, mientras tanto, AfD no para de crecer en los sondeos y, de volver a celebrarse elecciones, podrían aspirar incluso a convertirse en la primera fuerza del país. Aunque, eso sí, seguirían teniendo muchos problemas a la hora de encontrar alguien con quien gobernar.

Alice Weidel, líder del partido Alternativa por Alemania en la CPAC 2025

Alice Weidel, líder del partido Alternativa para Alemania en la CPAC 2025Cortesía

Si un país sabe de bloqueos políticos, ese es Francia. Tras las elecciones anticipadas del verano de 2024, donde el miedo a la victoria de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen llevó a una movilización y frente único de la izquierda, la Asamblea Nacional se encuentra totalmente fragmentada e imposibilita cualquier acuerdo político. De hecho, tras la ruptura de la coalición de izquierdas con la salida de los socialistas, la formación lepenista es la que más poder tiene, pero, debido a la negativa de Emmanuel Macron a otorgarles decisiones de mando, el país se encuentra bloqueado.

En los últimos doce meses, el país galo ha visto a caer a tres primeros ministros (Michel Barnier, François Bayrou y Sébastien Lecornu en primera instancia) y, actualmente, el Ejecutivo se vuelve a encontrar en situación de extrema fragilidad. Pero Macron, en lugar de convocar de nuevo elecciones, donde según todos los sondeos, Agrupación Nacional arrasaría, prefiere seguir llevando a su país a la agonía.

Los ejemplos en el Viejo Continente son numerosos, pero, llegados a este punto, a nadie se le puede escapar los paralelismos entre las situaciones narradas y lo que ocurre en España, con Pedro Sánchez atrincherándose en el poder pese a los casos de corrupción que salpican a su Gobierno y el poco apoyo que tiene. Con tal de que no gobierne la derecha...

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