En España, los especialistas coinciden en que la clave está en la educación financiera y el acompañamiento psicológico
El 'síndrome del ganador de lotería' revela por qué ganar mucho dinero puede traer problemas
Algunos exganadores han optado por mantener el anonimato o por donar parte del premio a causas solidarias, como forma de encontrar equilibrio
Ganar la lotería es, para muchos, el sueño de una vida. Sin embargo, detrás de la euforia inicial y la promesa de una existencia sin preocupaciones, se esconde una realidad mucho menos idílica: el llamado 'síndrome del ganador de lotería'. Este fenómeno psicológico afecta a un número sorprendentemente alto de afortunados que, tras recibir una gran suma de dinero, experimentan ansiedad, aislamiento social o incluso depresión.
Según varios estudios, cerca del 70 % de los ganadores de grandes premios pierden la mayor parte del dinero en menos de cinco años. Pero el problema va más allá de la mala gestión económica. El cambio repentino de estilo de vida, la presión social y la ruptura de vínculos personales pueden tener un fuerte impacto emocional.
Asimismo, algunos ganadores confiesan sentirse desbordados por las solicitudes de ayuda o préstamos de familiares y amigos, lo que genera desconfianza y una sensación de soledad.
Por otro lado, el psicólogo estadounidense Stephen Goldbart acuñó el término 'síndrome del ganador de lotería' para describir los síntomas que sufren muchos de estos nuevos millonarios: insomnio, miedo a ser estafados, pérdida de identidad y dificultades para adaptarse a su nueva realidad.
El reto de ser feliz después de ganar
En España, los especialistas coinciden en que la clave está en la educación financiera y el acompañamiento psicológico tras el premio. «La gestión emocional es tan importante como la económica», señala la psicóloga clínica Marta Pons. «El dinero amplifica la personalidad: quien era prudente suele seguir siéndolo, pero quien tenía conflictos no resueltos puede verlos multiplicados».
Algunos exganadores han optado por mantener el anonimato o por donar parte del premio a causas solidarias, como forma de encontrar equilibrio. Otros, sin embargo, terminan arruinados o atrapados en una espiral de gastos y desconfianza.
El sueño de la lotería puede cambiar vidas, pero también alterarlas profundamente. Más que una cuestión de suerte, la verdadera prueba empieza después de cobrar el premio: aprender a convivir con él sin perder la estabilidad mental ni el sentido de la realidad.
